La fiesta de verdad comenzó a las 20:00 hrs pm en el escenario del Velódromo, con las personas aún llegando al recinto recién salidos de sus trabajos y apresurando el paso para poder presenciar uno de los actos más esperados de la primera jornada de Color Night Lights. Foster The People llegó con una seguridad que se la jugó en las casi dos horas de show que entregaron, una demostración detallista y técnica de música, con un desplante instrumental entretenido que se esforzó en mantener la esencia de las canciones.
Mark Foster se encargó de derrochar su carisma de frontman, mostrando sus pasos de baile deslizantes, y provocando con su sensualidad para sus fanáticas, eso sin dejar de lado su calidad vocal, la cual estuvo perfecta, logrando sonar igual que en estudio e incluso variando con sus tonos en ciertas secciones. Pero mientras él realizaba todo este show suyo, a sus espaldas se encontraba una maquinaria que sistemáticamente fue el alma de toda la locura, ambientes y quiebres que la banda nos ofreció. Partieron de inmediato con ´Houdini´, una movida inesperada teniendo en cuenta que en México tocaron canciones en orden totalmente diferente, así prendiendo de una a la gran fanaticada juvenil que estaba presenciando el concierto.
Durante el comienzo del festival hubo ciertos desajustes respecto al sonido, incluso se cortaban partes en donde no tuvo, pero Foster llegaron siendo los dueños de su técnica, en donde sonaron al 100% durante toda la jornada, con un juego de luces dinámico e hipnotizante, mientras que las visuales se acomodaban a ser títulos de su último trabajo de estudio, «Sacred Hearts Club». Temas populares de su repertorio sonaron detallistas y sin nada de saturación en su espectro, los bajos se escuchaban siempre en equilibrio. ´Pumped Up Kicks´ sonó igual a su versión en estudio con todo sus efectos, pero en el caso de temas como ´Pseudologia Fantastica´, fue una locura sonora. El grupo supo jugar a las intensidades todo el tiempo, y usando eso como su principal recurso.
Durante dos horas, ellos dominaron a todo la cancha, en donde fueron la alma del carrete, mostrando todo su abanico de géneros musicales y dejando en claro que su show ha estado sacando el mejor potencial de en sí en estos último años. Mark finalizó la tocata con un mensaje de unión en contra los momentos turbios que la humanidad está viviendo, así promoviendo su mensaje político, declarando su apoyo a la clase obrera. Las almas de niños/as adolescentes fueron las que principalmente llenaron todo, ese fue el público que permitió que la puesta en escena del grupo fuese prendida, de verdad la gente prendió apenas salieron.
Mientras Mark era un tipo de MC ayudando a que sus seguidores estuvieran siguiendo el show sin problema, atrás todo fue un lujo de presenciar, ver como cada integrante se enfocaba en lo suyo, en darle vida a los temas en diferentes intensidades y tiempos. Fue una ejecución inteligente que era aplicada mientra las almas jóvenes gritaban por sus ídolos.