Por Alexis Paiva Mack Imagen: Jonathan Zamora
Tocan la puerta en un estudio de grabación ubicado a dos cuadras del metro Pedro de Valdivia. Una joven de estatura baja y pelo rojo (rapado a los lados) entra en la sala junto a otra con un corte de cabello similar. Ambas saludan cordialmente y piden disculpas por el leve retraso a la cita. Es común ver a bandas que logran alcanzar el éxito, pero pocas los han obtenido de manera tan rápida e intensa como Frank’s White Canvas.
El grupo nace cuando Karin Aguilera (guitarra y voz principal) y Francisca Torés (batería) se organizan para tocar en una presentación en las alianzas de su colegio. A pesar de que participaron de diversos proyectos durante su etapa escolar, ambas confirman que tuvieron la necesidad de empezar desde cero para formar una banda en la que sus miembros tuvieran los mismos ideales. Lo que dicen tiene mucho sentido, ya que Frank’s nace a través de la unión entre sus nombres y White Canvas hace referencia a “un lienzo en blanco que está ahí para convertirse en lo que sea necesario”.
De esta manera, lanzan su primer EP en 2014, para solo cuatro años más tarde ser parte del Mad Cool Festival en Madrid. En esta última instancia, tuvieron la oportunidad de tocar el mismo día que gigantes como Pearl Jam, Tame Impala y Kasabian, para luego volver a Santiago como banda invitada de las norteamericanas L7.
Hoy la agenda de Frank’s White Canvas no es muy distinta. Solo en marzo se presentarán en los festivales Lollapalooza Chile y Colors Night Lights 2, instancia en donde compartirán escenario con Blondie, una de las míticas bandas que dio origen al movimiento punk rock.
Ustedes han dicho que su mayor motivación es conectarse con las personas que sienten y buscan lo mismo que ustedes, ¿A qué se refieren con esta frase?
K: Desde pequeñas la música nos significó compañía, probablemente la única. Es increíble que a través de ella puedas conectarte con personas que no conoces y que, de alguna manera, puedan entenderte mejor que tú mismo. Nuestras canciones hablan sobre luchas personales que a veces no se pueden hablar con otras personas, por lo que la única manera de liberarlas es a través del arte.
F: Esa es la principal razón de por qué nos enamoramos de esto. No es solamente la diversión de tocar un instrumento, sino probablemente estaríamos haciendo otra cosa. Ha sido muy bonito lo que ha pasado y el cariño de las personas que van a nuestros shows. Al final no es solo un concierto, sino una conversación sobre la vida en donde compartimos nuestras experiencias.
¿De dónde nace la idea de borrar todo y empezar de nuevo?
K: Siempre nos hemos cuestionado la existencia y los planes preestablecidos. Quisimos elegir un nombre que reflejara la idea de forjar nuevos caminos y no simplemente seguir el que se te ha designado. Básicamente, representa la esperanza y las infinitas posibilidades de volver a iniciar.
F: Teníamos el EP listo y aún no teníamos nombre para la banda (risas).
Frank White Canvas suele ser catalogada como pop rock, pero aun así se pueden notar influencias punk en su música y sus vestimentas, ¿Cuáles son sus más grandes influencias?
F: Escuchamos desde Lady Gaga hasta Metallica, pero nuestros grandes ídolos son My Chemical Romance, Bowie, Oasis y The Beatles.
K: David Bowie y My Chemical Romance representan el tipo de banda que nos gustaría ser. Toda esta idea de crear un concepto teatral siempre nos ha fascinado. No queremos ser un grupo que solo vas a ver para escuchar canciones, sino que buscamos mostrar un espectáculo en donde cada detalle está ahí con una intención detrás.
¿Cómo ha sido el proceso que ha llevado a la banda a alcanzar el éxito en solo cuatro años?
F: Venimos trabajando en esto hace mucho tiempo. Empecé a tocar en grupos desde los trece y el trabajo siempre fue continuo cuando decidimos armar esto. Teníamos claro que había que ser constantes para lograr algo y que, a pesar de que partimos desde la ignorancia, iríamos aprendiendo de los errores. Siempre quisimos hacer todo de la mejor manera posible y aprender la mayor cantidad conocimientos. A pesar de que ahora se vienen grandes desafíos, nos sentimos preparadas para enfrentarlos.
K: Hemos vivido cada paso de manera muy consciente, pero a veces la locura pasa un poco de la cuenta (risas). Sobre todo cuando nos subimos al escenario del Mad Cool Festival, no podíamos creer lo que estaba pasando.
En 2018 clasificaron a la fase final de Mad Cool Talent, logro que las llevó a formar parte del festival Mad Cool en Madrid. ¿Cómo se organizaron para conquistar al jurado y al público durante la etapa final del concurso?, considerando que solo tuvieron 10 minutos de presentación.
F: Fue una de las experiencias más intensas que he vivido. Tuvimos que presentarnos el mismo día que llegamos, después de muchas horas de vuelo. Finalmente, tocamos las canciones que más nos emocionan y dejamos toda la energía que nos quedaba en el escenario.
K: Preparamos demasiado la parte técnica, desde ensayar las canciones hasta montarnos rápido para aprovechar bien los minutos (risas). Intentamos mantener la misma presión que en otros conciertos, ya que todo podía salir mal si teníamos más nervios de la cuenta. Siempre nos recordamos por qué estábamos haciendo esto e intentamos mantener la energía que nos caracteriza.
En octubre del año pasado fueron la banda invitada para abrir el show de L7, ¿Cómo fue esa experiencia?
K: No tuvimos una larga conversación con ellas, pero fueron muy amables el tiempo que compartimos. Aprendimos harto al verlas en vivo. Tocar en el mismo escenario que L7 y Blondie son cosas que nunca pensamos que llegarían a pasar.
F: Ellas estaban probando sonido cuando llegamos al recinto junto a nuestro equipo. Apenas nos vieron saludaron desde el escenario, nosotras estábamos locas (risas). Sabía que sería un concierto increíble, pero debo admitir que me sorprendió su capacidad para movilizar al público.
Es sabido que en el mundo del espectáculo existe mucha discriminación y machismo. Tanto en Chile como en el exterior, se han realizado diversas denuncias en contra de productores de cine y televisión, ¿Cómo ven este escenario desde la música y los conciertos?
K: Es una lucha bien implícita para nosotras, ya que ambas somos mujeres y tocamos en un grupo de rock. Lo sentimos en comentarios y en tener que esforzarnos el doble para demostrar que sí podemos tocar. Aun nos pasa, aunque al comienzo era mucho más recurrente en el público y los dueños de los locales. Una de las razones por la que queremos hacer esto lo mejor posible, es ayudar un poco a que las nuevas bandas no tengan que pasar por eso.
F: Los cambios realmente efectivos son lentos de concluir, pero siento que la gente está siendo un poco más cuidadosa con lo que dice y hace. Es bueno que el tema se esté conversando, ya que había cosas que yo misma consideraba normales, pero que en verdad no debían serlo. El respeto general ha sido el principal filtro que tenemos para seleccionar a nuestro equipo.
Distintos estudios reflejan que el interés de los jóvenes por las guitarras eléctricas ha disminuido, pero estos también afirman que cada vez hay más mujeres interesadas en tocar un instrumento, ¿Notan alguna diferencia en relación a sus inicios?
K: He visto muchas mujeres más. Creo que esto se debe a las grandes referentes que tiene la música en la actualidad. En nuestro país, tenemos a cantantes como Francisca Valenzuela y Denise Rosenthal, las cuales entregan un mensaje muy potente.
F: Francisca Valenzuela y Ana Tijoux son un gran ejemplo, ya que son artistas integrales, llevan el liderazgo de su banda y están inmersas en una gran cantidad de proyectos. También está Dua Lipa en el plano internacional, por nombrar solo a una entre muchas otras.
¿Cómo es el público que va a sus conciertos?
F: Amo la diversidad que hay en nuestros fans, puedes encontrar desde niños de 5 años que visten nuestras poleras hasta personas mayores que asisten por gusto. También, suele haber una cantidad similar entre hombres y mujeres.
K: Nunca imaginamos que recibiríamos tanto cariño de nuestros fans. Nos han llegado varios mensajes de agradecimiento, en donde niñas pequeñas nos dicen que se inspiraron en nosotras para formar una banda.
F: Nuestro objetivo no es ser un ejemplo ni mucho menos, pero creo que somos una chispa de esperanza que muestra la posibilidad de lograr tus sueños si te esfuerzas lo suficiente para conseguirlos.