Por Alexis Paiva Mack
El concierto de los ingleses parece acercarse más a una fiesta que a una simple repetición de canciones en forma automática. Serpentinas, pelotas inflables, paraguas con luces, peluches y gorros de cerveza fueron parte de una de las mejores presentaciones de la banda proveniente de Suffolk, la cual visitó el país por última vez en abril de 2015.
A las 20:45 comenzaron a sonar las primeras notas de William Tell Overture del compositor Gioachino Rossini, para luego introducir un segmento que Henry Purcell escribió para el funeral de la Queen Mary II of England. ¿Qué sentido tiene poner canciones de música docta a pocos minutos de iniciar un espectáculo de punk rock? La respuesta es simple y no solo aborda hechos históricos de la realeza: El guitarrista Pete Dee y compañía tienen claro cómo provocar una sensación de locura y confusión entre los asistentes (un fenómeno que los entendidos del cine llaman “música anempática”).
La cita inició con Let´s Go, instancia en donde los integrantes de la banda se presentaron con sus clásicos trajes inspirados en la película A Clockwork Orange (1971) del director norteamericano Stanley Kubrick. El público, que hasta ese momento se encontraba disperso al interior del recinto, reaccionó de manera inmediata ante las provocaciones y bailes del vocalista Keith Warren “Monkey”, quien a diferencia de sus compañeros tenía la cara pintada y una capa de color plateado.
Luego de que varios de los asistentes pasearon por sobre las cabezas del público, llegó el momento de Joker in the Pack, instancia en donde “Monkey” lanzó un considerable número de naipes al público. Esta segunda canción, la cual fue incluida en el álbum Sound of Music (1982), es considerada una de las más icónicas del grupo, a pesar de que a veces tiendan a omitir las líneas de violín que surgen a mitad de la composición (como fue en el caso de ayer).
Luego de que presentaran Horrorshow y And It Was So, las cuales fueron parte de sus lanzamientos de estudio más recientes, presentaron una serie de clásicos de manera ininterrumpida, provocando así una reacción descontrolada del público por atrapar parte de la utilería que “Monkey” lanza desde el escenario.
Uno de los momentos más icónicos de la noche fue cuando interpretaron You´re All Fools del álbum Smart Alex (1985). Según la página oficial de la banda, Pete Dee la cataloga como la canción de The Adicts que más disfruta al tocar en vivo, sentimiento que se vio potenciado con las voces de los asistentes, quienes cantaron el tema como si de un himno se tratara.
Después de que el vocalista jugara con diversos elementos luminosos sobre el escenario, los artistas cerraron el show con Viva la Revolution y You¨ll Never Walk Alone, para finalmente tocar Ode to Joy (un cover a Symphony No. 9, Op. 125 de Ludwig Van Beethoven). Una vez completa la lista de canciones, los ingleses bajaron del escenario de manera festiva y cantando Bring Me Sunshine.
El concierto de The Adicts el pasado domingo demostró ser una fiesta interminable, en donde los anfitriones no se detuvieron un solo minuto en medio de la presentación de 25 canciones. Así, la banda formada en 1975 cerró exitosamente una nueva presentación en el país, para ahora continuar hacia su siguiente evento en Lima.