Por Alexis Paiva Mack
Pasaron 19 años para que la agrupación volviera a reencontrarse con el público chileno. Tal espera se hizo notar. El concierto de The Exploited el pasado 6 de junio fue una muestra perfecta de que el punk no está muerto y de que, incluso, puede generar el mismo caos que en sus inicios.
La cita empezó con la presentación de 10 Botellas, una agrupación nacional que se ha mantenido vigente desde 1994. En ese momento, ya se podían ver los primeros mosh pit en la cancha del recinto, la cual hasta ese segundo se encontraba a media capacidad. Más tarde, a solo diez minutos del show principal, el recinto se llenó de manera espontánea.
Let´s Start A War fue la canción que abrió el espectáculo de los dirigidos por Wattie Buchan. La reacción de la fanaticada fue inmediata. Personas nadando sobre el público, fans subiéndose al escenario y círculos de mosh fueron solo algunas de las hazañas que se repitieron de manera intensa a lo largo de la presentación.
A pesar de que el sonido de los escoceses se acercó en demasía al de las grabaciones de estudio, los años de trayectoria se hicieron visibles en el cuerpo de Buchan, quien reiteradamente tosía y paraba a tomar aire. Si bien, en la mayoría de los conciertos el espectáculo ocurre principalmente en el escenario, este fue un claro ejemplo de excepción a la norma. El público no tuvo remordimientos a la hora de prender bengalas, lanzar objetos e intentar subir al escenario, un propósito que se concretó en -quizás- demasiados casos.
Cuando la banda de hardcore punk empezó a tocar Sex and Violence, una horda de aproximadamente treinta fanáticos subió al escenario para acompañar a Buchan. El desastre fue total: Los atriles empezaron a caer, el sonido se desvaneció y los implementos de la batería fueron movidos de su posición original. Ante tal caos, miembros de la producción y seguidores de la banda ubicados en cancha empezaron a pedir que se bajaran, petición que fue rechazada con insultos. Finalmente, tal situación provocó que el concierto se terminara antes de lo presupuestado, es decir, con la omisión de dos de las canciones más populares de la agrupación.
El reencuentro de The Exploited con sus seguidores chilenos fue un caos total, por lo que a pesar de la duración del show, logró cumplir con las expectativas y posicionarse como uno de los espectáculos más intensos en los últimos años.