FOTOS: NIÑA PROVINCIA
Desde la vereda independiente, todo siempre se relaciona al esfuerzo y la resiliencia, dos valores que están adheridos al ADN de la música chilena desde siempre. Pero en casos particulares, el motivo no siempre es triunfar y lograr metas, obviamente eso se vuelve parte del viaje, pero también el querer mostrar propuestas no convencionales a un nivel de composición complejo y con miras al más de allá de cualquier norma.
Muchos son los grupos los cuales han pasado a ser los más memorables en la memoria colectiva debido a sus puestas musicales, y en esa misma sintonia, una fecha como la del sábado 27 de julio en los interiores del Teatro Municipal de Valparaíso, reunió a tres de los mejores actos en cuanto a vanguardia musical. CAF, Cola de Zorro y Akineton Retard juntaron fuerzas para crear este especie de festival, en donde pudieron volar mentes frente a 250 personas que desde sus butacas quedaron hipnotizadas por los sonidos emanados desde el escenario.
El telón rojo subió para darle la bienvenida a esta fecha con Cola de Zorro abriendo como locales, mostrando los temas de su disco Soma (2018), en donde todo el desplante escapista de sus elementos psicodélicos con electrónica se veían potenciados por la intensidad y locura de los quiebres de bajo pesados, agregando los ambientes creados por las guitarras. Mientras que en la percusión y batería se buscó maneras diversas de seguir métrica y tiempos musculares al momento de hacer retumbar el instrumento al ritmo de las emociones. César Bernal como bajista entregó un desplante guiado por la primitividad de sus creaciones, Felipe Medina creó eternos pasajes con su sintetizador, mostrando un lado atmosférico y eterno. En calidad todo aplicado, en escena fueron ingeniosos al utilizar focos traseros, que a la distancia otorgaron una profundidad oceánica y catártica.
Era el turno de uno de los grupos que la gente ansiaba ver desde mucho en tierra porteñas, las cortinas rojas del stage subían nuevamente para darle el relevo a un grupo que no conoce la palabra simpleza. Akineton Retard vino a motivar al público con su mezcla fusión, la cual no solamente destacó por hacer alegoría de ciertas instancias o referencias latinas, sino que contó con un juego entretenido y loco en un trío de saxofones que eran de vez en cuando los protagonistas de los momentos dinámicos. Ahora en este nuevo ciclo que se ha ido extendido desde el año 2016, la banda supo mostrar su groove salsero y el desplante metronómico de Cristián Bidart en la batería fue el componente jazzero, mientras en la guitarra y animando, se encontró a Vicente García-Huidobro haciendo que la simple rítmica fuese una manifestación de distorsión inteligente.
Finalmente, el cierre de descontrol mental se lo finiquitó Como Asesisnar a Felipes con una presentación epiléptica e intensa, esta vez mostrando temas de su nuevo-y aclamado disco- «Naturaleza Muerta», en donde el tema que hizo el corte fue justamente la gran colaboración que tuvieron con Chino Moreno en Disparan (Fill The Skies). Como siempre no hubo espacio para el goce, ni menos para el análisis, la experiencia de CAF cumplió con ser una droga visual, como también una ametralladora de pensamientos sueltos de la que su frenético vocalista, Koala, dejó a todos a la merced de sus discursos hablados. Felipe Metraca como siempre una parte vital de los ritmos de sus canciones, mientras que Seba Bala y Cristián Gallardo hicieron química con sus ritmos percusivos. DJ Spacio siendo el narrador del sample en un trabajo interesante y bien construido.
Una noche de 3 partes, que nos mostró la importancia de la independencia cuando se trata de desafiar la norma musical, para encontrar nuevos caminos en la creación. Tres componentes bien ordenados, animosidades asertivas y una sola manera de mostrar música de ensayo, en este caso aplicada con maestría y mucha precisión. Una jornada de culto que quedará nuevamente en la retina de los mejores shows que se han hecho en el Teatro Municipal de Valparaíso.