Por María Paz Concha
Sábado 19 de marzo, segundo día del festival Lollapalooza 2022 y los ánimos se sienten en el aire en el metro de Santiago. La línea 6 abarrotada de adolescentes con maquillaje Euphoria y melómanos dispuestos a todo por ver un show en vivo tras dos años de silencio durante la pandemia.
Y es que la explanada del Parque Bicentenario de Cerrillos recibe con los brazos abiertos a quienes estén dispuestos a divertirse, de manera solitaria o en familia; sin embargo, hoy es el día del empoderamiento femenino. La mañana parte con el pop punk de Slowkiss, banda liderada por Elisa Montes, seguida por las batallas de rap de Red Bull, donde Dj Atenea, con sus beats, se encarga de cautivar la atención de todos quienes entran al festival y se encuentran con el escenario Aldea Verde.
Javiera y los imposibles, Rubio, Yorka y Javiera Mena-todas mujeres chilenas líderes en su propia escena- abren la tarde, dejando un espacio en los escenarios de VTR y Banco De Chile para bandas del hardcore y metalcore como Turnstile y a Day to Remember, respectivamente.
Turnstile enciende los motores de miles de adeptos, quienes ansiosamente esperan a la banda estadounidense, formada en Maryland, EEUU, en 2010, encabezada por Brendan Yates, vocalista y percusionista, quien intentó hablar en español para saludar a sus fanáticos, mostrándose bastante cercano al público, e incluso se bajó del escenario -a pesar del COVID- a estrechar algunas manos.
Termina Turnstile y gran parte del público se moviliza a ‘A day to Remember’, donde su vocalista Jeremy McKinnon también interactuó bastante y se mostró ‘bueno para la talla’, pero lamentablemente solo fue capaz de retener la atención de los fans posmilénicos, quienes felices lanzaban papel higiénico por los aires mientras disfrutaban de la fiesta.
Pero vamos directo al grano, las reales estrellas de la noche fueron las mujeres. Marina Lambrini Diamandis, a.k.a Marina -cantante y compositora británica- comenzó de manera muy puntual en el Axe Stage, deslumbrando a todo su público, en su mayoría LGBTQI+, mujeres y aliades con sus conocidas canciones, que incluyen letras de temática feminista, entre otras. La artista, de ascendencia Griega, destacó por su puesta en escena y sus intentos de hablar en español, lo cual su séquito agradeció de sobremanera.
Otra gran y carismática artista, esperada durante toda la noche, fue Miley Cyrus. Destiny Hope Cyrus, más conocida como Miley, un personaje contemporáneo ícono de la bisexualidad y del empoderamiento femenino (después de Madonna) y ex Hannah Montana, entró en un traje azul de látex con una despampanante estética ochentera, bastante característica de sus últimas apariciones. Comienza su setlist con “We Can’t Stop”, el cual fusionó con un cover de Where is My Mind de Pixies, seguido de un cover de Heart of Glass de Blondie, siempre con una sonrisa y animando a su vasto público, entregando un fuerte y claro mensaje en torno al empoderamiento femenino y proyectando la frase “NO ERES UN OBJETO” en español en pantalla.
Qué mejor forma de terminar el segundo día de Lollapalooza 2022, con presencia femenina en casi todos los escenarios del festival, dejando la vara alta para los artistas por venir el próximo año.