Por Andrés Cornejo
Mismo caso que Primavera Sound, ¿Quién se hubiese imaginado que Knotfest vendría a Chile? Pues ya es momento de dejar de ver al país como alguien que recibe las sobras y empezar a verlo como que podemos albergar más espectáculos y festivales. Y en la primera edición de este alocado festival pudimos gozar de un carnaval de nuestras peores pesadillas con música pesada directamente traída desde el infierno al Estadio Monumental.
Empezando ya con un cartel potente con Slipknot de cabeza y Mr. Bungle, al festival le pareció poco, por lo que decidieron en aumentar la parrilla con nada más ni nada menos que Judas Priest y la reunión de Pantera, más una línea de bandas nacionales. Sin embargo el festival sufrió varios problemas, como por ejemplo que cancelaran los shows de los nacionales Rama y Weichafe producto de atrasos en la productora, también que el bajista de Pantera, Rex Brown no estuviera en el escenario y a todo eso sumarle las largas HORAS de espera para ingresar al recinto.
De todas formas nos instalamos y disfrutamos el inicio del Knotfest con los mismísimos hijos de Corey Taylor y Shawn “Clown” Crahan, llamados Vended. Directamente desde Iowa y con la misma genética que sus padres de hacer moshear a la gente arrancaron los motores con un knockout de metal. Con tan solo 30 minutos demostraron su alto calibre que tienen estos muchachos, los cuales no dudamos que se convertirán igual de grandes que sus padres.
Siendo los únicos nacionales que pudieron presentarse en el festival, Tenemos Explosivos abrió el Circus Stage con toda su fuerza presentando uno de los mejores discos chilenos del año “Cortacalles”. Empezando con «Victoria» el post hardcore dominaba la escena metalera en el Monumental, el cual todos lo disfrutaron y apoyaron el producto nacional. Definitivamente el quinteto atraviesa su mejor momento con un discazo recién salido del horno que los va llevando a escenarios más grandes y que nada más necesita nuestro apoyo.
Ya a las 14:40 el festival empieza a mandar a sus monstruos cada vez más poderosos, y esta vez le tocó a un favorito de la casa Sepultura. Una vez más los recibimos con los brazos bien abiertos para que nos aplasten los cerebros con sus potentes temas, tanto de Roots como de sus otros álbumes. Con la destructora voz de Derrick Green junto a la feroz guitarra de Andreas Kisser bastaron para tirar el estadio abajo, mientras transmitían su enferma locura en temas como «Cut-Throat» y finalizando con la bestial «Roots Bloody Roots«. Como siempre un agrado tener al cuarteto de vuelta en el país para que literalmente nos aniquilen.
Ya con la cabeza dada vuelta nos trasladamos nuevamente al Circus Stage para ver el retorno de Trivium en el país. Las altas temperaturas y la poca cantidad de sombra se sentía como en el infierno, pero al menos tuvimos el soundtrack perfecto para este, y Trivium mostró su placa en el metalcore con temazos como «Down from the Sky» y «The Heart From Your Hate«, donde ni el calor pudo detener los mosh pits ni los saltos de la gente. Tal esfuerzo hizo que llamase la atención del vocalista y guitarrista Matt Heafy que nos denominó como el mejor público de su gira.
Manteniendo los aires y estética emo abren paso los británicos Bring Me The Horizon al Knot Stage para presentar su más reciente LP: “Post Human: Survival Horror” junto a más clásicos. Oliver y compañía hicieron estallar el estadio colocolino con la primera canción del set «Can You Feel My Heart» dejando una fiesta de humos, juego de luces y por supuesto mosh pits, los cuales Oliver exigía que se formaran unos enormes. Con una estética post apocalíptica y con videos de robots introduciendo las canciones, BMTH trajo un show emocionante mucho mejor que el anterior en Lollapalooza, quizás porque Knotfest les calce más. Si te los perdiste ayer te recordamos que este lunes 12 tocarán junto a Trivium en el teatro Caupolicán como parte de un sideshow del festival.
Ahora es el turno de un personaje bien querido quien ha venido muchísimas veces, pero nunca con este salvaje proyecto, Mike Patton junto a Scott Ian (Anthrax) y Dave Lombardo (Slayer) en Mr. Bungle. Con una camiseta de Chupete Suazo entra a la cancha Patton y sus insanos compañeros listos para arrasar con un Monumental casi repleto. Arrancando la demencia con «Anarchy Up Your Anus» demostraron que Mr. Bungle en el 2022 sigue teniendo la misma energía caótica de los 80s con baterías precisas y afilados riffs de guitarras.
Repasando su disco del 2020 (The Raging Wrath Of The Easter Bunny Demo) que hizo que regresaran a los escenarios, Patton no dejaba espacios para descansos y atacaba sin parar con temazos como «Eracist«, «Hell Awaits/Summer Breeze» y «Hypocrites/Habla Español o Muere«. Obviamente el lado chileno musical de Patton no podía faltar, por lo que hizo un cover de «Gracias a la vida» de Violeta Parra con la chiflada fórmula de Mr. Bungle para luego terminar con «Territory» de Sepultura invitando a brasileños al escenario.
El punto más alto de la jornada entera fue en el siguiente show, donde era uno que nadie pensaba que iba a ocurrir jamás, hasta que se unieron los astros e hicieron lo imposible. El retorno de Pantera a los escenarios se convirtió en un hecho y fuimos de los primeros países en presenciarlos, y qué mejor en un festival con un cartel de primera. Como ya habíamos dicho antes, el bajista Rex Brown no pudo presentarse y tuvo que ser reemplazado por Derek Engemman de la banda solista del frontman. Aun así fue un sueño cumplido poder ver a Phil Anselmo junto a Zakk Wylde en la guitarra y Charlie Benante en la batería.
Arrancando con «A New Level» y «Mouth for War» les bastó para conquistar el Knotfest entero, que incluso la cancha del escenario vecino estaba mosheando y hasta encendiendo bengalas por ellos. La fiebre por Pantera no bajaba en ningún segundo que hasta salían llamas en el escenario desencadenando más euforia, incluso hasta en los temas más “relajados” como «Cemetery Gates«, dedicada a los hermanos Abbott, y en el cover de Black Sabbath «Planet Caravan» la gente cantaba todo, es como si hubiesen liberado todos esos cantos que tuvieron reprimidos y se guardaron hasta ver a los titanes de Pantera en vivo. Luego de la calma el cuarteto desborda todo el monumental con las colosales «Walk«, «Domination/Hollow» y «Cowboys From Hell«, respectivamente. Como si fuese poco, hoy la agrupación se estará presentando junto a Sepultura en el Movistar Arena para quienes quieran repetir este delicioso plato.
Llegó la hora del glam con Judas Priest para celebrar sus 50 años de trayectoria, demostrando que su heavy metal es inoxidable y eterno. Con chaqueta y bastón de oro abren paso las leyendas del metal imponiendo respeto al ritmo de «Electric Eye» para sacudir el monumental una vez más, quienes todavía les quedaban energías para seguir saltando y celebrando. La vieja guardia del metal ofreció un sinfín de clásicos con la chillona voz de Halford que aún lograba consolidarse como las mejores voces en vivo.
Pensando que su show había terminado reaparece los de Birmingham al estilo rock más puro con el vocalista arriba de una motocicleta Harley-Davidson para interpretar «Hell Bent For Leather«, «Breaking The Law» y «Living After Midnight«. Efectivamente 50 años de trayectoria para ellos no son nada y todavía tienen mucho más que entregarnos.
Por supuesto no podían faltar los fundadores del festival en esta edición, sería algo como hacer un asado y no llevar la carne. En fin, ya ante un llenísimo estadio y siendo las 22:00 horas aterrizan los freaks de la noche directamente sacados de la peor película de terror que te puedas imaginar. Bengalas y hasta fuegos artificiales el público de la cancha recibió al octeto de Iowa mientra ellos respondían con «Disasterpiece» y «Wait And Bleed«. A pesar de ser una gira que repasa sus dos nuevos discos “We Are Not Your Kind” y “The End So Far” solamente sonó una de cada una y dejaron más espacio para los clásicos.
El circo de los maniáticos continuó por toda la noche haciendo vibrar el recinto con abominables guitarras y hasta con los payasos que se movían por todo el escenario entre la pirotecnia y pegándole a los tanques de metal con flamantes baquetas. Definitivamente la locura de Slipknot supera por lejos a la del resto del festival juntos, fue algo totalmente sacado de un manicomio donde se disfrutó hasta el último segundo.
Taylor comandando a la multitud en «Spit It Out» hizo que se agacharan en el bridge para luego saltar con toda sus energías en el break mientras él escupía “Fuck me I’m all out of enemies!”. Luego la banda se tomó un pequeño descanso para finalizar la jornada con «People = Shit» y «Surfacing«, dejándonos totalmente molidos y noqueados con la fuerza y potencia de la agrupación, quienes prometieron que volverían y que no sería en un periodo largo de tiempo, esperemos que sea verdad y que Knotfest pueda volver el 2023 con un cartel a la altura de este pero con mejor organización.
