Por Bayron Ríos
Fotos por Rodrigo Lagos, Juan Kattan y Lollapalooza Chile
La jornada final de la edición 2023 del festival fue definitivamente la más pareja y regular durante estos tres días, pero con grandes momentos que quedarán para el registro colectivo. Aun así, ¿es justo salvar 3 días de shows con apenas dos presentaciones (Rosalía y Tame Impala)? Eso se lo dejamos a ustedes.
Cuando el sol ponía a derretir a todo el mundo, la banda de rock Otto ponía la cuota más pesada de la jornada y es que el hijo de Robert Trujillo, Tye lleva la brutalidad en las venas. Una agradable sorpresa para la gente que llegaba a instalarse desde temprano en el escenario de Tame Impala.
En el escenario de enfrente, Alex Anwandter llegaba a reclamar su jerarquía en el festival, entregando un show donde repasó sus ya clásicos hits además de nuevo material. El clima no era para nada agradable a esa hora, pero poco y nada importó para los fanáticos que ovacionaron la presentación.
Siguiendo en la veta nacional, el esperado regreso de Pánico a los escenarios fue algo de otro mundo. La confianza, el amor y el fiato del conjunto se extrapolaba hacia los fanáticos. Un show que mezcló a la perfección la actitud punk de sus primeros años hasta la experimentación sonora y de corte bailable a la que se expuso la banda a través de los años. Salud a los chicos y chicas panico, que viven la vida al estilo panico.
Wallows estuvo marcado por un gran apañe por parte del público, pero el sonido no lo acompañó y tiró para abajo el show. Apenas se podía escuchar la voz del vocalista Dylan Minnette que era opacada de repente por las baterías acopladas. Aun así, el trío de Los Ángeles prosiguió para entregarnos una dosis de indie-rock simple pero acertado.
Jane’s Addiction fue el regreso del rock clásico a los escenarios de Lollapalooza con un show de una hora cargado a sus álbumes clásicos. La voz de Perry Farrel junto a las guitarras de Josh Klinghoffer marcaban una química inigualable y sorpresiva. Definitivamente fue una presentación imperdible si eres fanático de la música de los 90s, pero aún tienes una segunda oportunidad este martes 21 de marzo en un sideshow más íntimo en el Caupolicán.
Nuevamente regresamos al Costanera Stage para presenciar el regreso de una banda favorita, The 1975. Con su nueva era ya en marcha con el “Being Funny in a Foreign Language”, los británicos repasaban mayoritariamente temas de sus primeros discos, haciendo reencontrar viejos sentimientos por su música tan melancólica y diversa.
Tame Impala fue el plato fuerte de la noche con un show inigualable a cualquier otro. Luces, láseres y audiovisuales de otro planeta conquistaron a la manada de personas que llevaban esperando 7 años por el regreso de Kevin Parker y sus secuaces.
Con temas del “The Slow Rush” bajo la manga, y obviamente del “Currents”, hizo que fuera un show inexplicable cargado de temas geniales oscilando entre el rock psicodélico y el synthpop de Kevin Parker que hacía alucinar a las personas.
Para ir cerrando esta edición de Lollapalooza, decidimos cambiar el switch e ir a ver a Jamie xx cerrar el Perry’s Stage con una rave de colores y bailes. El músico de The xx no tuvo comunicación verbal con los asistentes, pero sí que conmovió e hipnotizó al público chileno con sus mezclas y temas de su primer LP “In Colour”.
A pesar de ser una edición desastrosa, en tanto al line up y sus enormes cambios, tuvimos un grandioso momento rodeados de buena música y bailoteo, aunque el cartel de artistas si podría intentar de ser mejor la edición 2024.
