Por Andrés Cornejo

Fotos por Rodrigo Lagos

Con ya dos días de música en vivo, variando entre una multitud de estilos pero dejando de lado el rock, empezamos a sentir la abstinencia de las ruidosas guitarras y los cantos épicos. El calor horroroso no ayudaba para nada y la entrada de Perry Farrel con sus muchachos al escenario se sentía como un espejismo. ¿Realmente estamos escuchando esto? ¿Y es ese de ahí Josh Klinghofferen la guitarra? Fueron nuestras reacciones.

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Desde el año pasado que teníamos pendiente esta cita con Farrel y compañía, pero debido a que la banda tuvo contagios de COVID-19 les imposibilitó venir, a excepción del frontman que, a pesar de todo, no puede perderse una edición de Lollapalooza Chile jamás en su vida, por lo que salió a cantar junto a Foo Fighters en los últimos conciertos con Taylor Hawkins.

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La espera había terminado y nos encontramos al cuarteto de Los Ángeles en tierras chilenas abriendo con una fuerza implacable con el bassline de <<Up the Beach>>, seguido por un potente grito de Farrel, quien a sus 63 años se mantiene bien fresco. Continuando con el tracklist del clásico “Nothing’s Shocking”, suena <<Ocean Size>> y la psicodelia se desata con visuales distorsionadas, guitarras ruidosas y bailarinas haciendo piruetas.

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El señor Farrel se sentía como en casa con el caluroso recibimiento del público, y obviamente por estar en su propio festival. Conversando harto con el público y enamorado completamente del chi-chi-chi-le-le-le se robó el show por completo. Pero también lo hizo la sorpresa en las 6 cuerdas, Josh Klinghofferen de los Red Hot Chili Peppers, quien marcó cátedra y pulverizó el escenario con un chirrido de sonidos cargados en distorsión y locura como en <<Ted, Just Admit It…>> y <<Mountain Song>>.

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Para ir finalizando la dosis rockera, suena el hitazo <<Jane Says>> mientras Perry se toma una botella de vino al seco y procede a cantar a la perfección, mientras que las bailarinas al fondo del escenario hacían un show con bailes en caño y con máscaras. Era justo y necesario poder escuchar una banda que trajera el rock en sus venas y lo pusiera en práctica frente a las miles de persona que asistieron a la última jornada de la onceava edición del Lollapalooza Chile 2023.