Por Bayron Ríos
Fotos por Fabián Mangili
Una de las grandes sorpresas vino de la mano con el debut de la modelo, actriz y cantante, Suki Waterhouse y es que la inglesa venía precedida por las buenas críticas recibidas por su primer larga duración, “I Can’t Let Go” y su más reciente ep “Milk Teeth, ambas placas editadas durante mayo y noviembre del año pasado. El vínculo con los fanáticos nacionales se consagró desde el primer momento, con una tímida Suki pero que entró en confianza a medida que notaba la exaltada reacción de los fanáticos.
El desplante hipnótico de la cantante explota y abarca todo el escenario en “Moves”, dándose el tiempo de sincerarse contando que jamás pensó en la energía que se vive en su debut en tierras nacionales. La actriz ya se encontraba rendida ante el público y ellos hacia su figura, luego fue el turno de “Neon Signs”, canción donde se realza la calidad de su banda comandadas por el certero trabajo de su baterista Emilia Paige.
Hubo espacio también para su último single “To Love”, romántica canción que, al momento de llegar al coro la cantante comenzaba a mover los brazos, movimiento que rápidamente adoptaron los fans. A lo largo de las 2 jornadas del festival, se han repetido situaciones de peligro en el público durante diversas presentaciones y para la ocasión no fue distinto. Fue en “Put Me Through It” en que algo sucedió en el público y que encendió las alarmas entre los fans que rápidamente levantaron los brazos haciendo la señal de “tiempo fuera”, y aunque Suki se demoró bastante en darse cuenta de la situación, la canción fue cortada de cuajo para brindar la ayuda solicitada.
En una muestra de intimidad que se logra en instancias festivaleras, la modelo se sentó en la orilla del escenario a conversar muy amablemente con sus fanáticos, mientras producción revisaba si hubo situación de peligro. Ya solucionado todo, Suki regresó a la carga con “Nostalgia”, una de las más esperadas por el público.
El tramo final de la presentación llegaba con “Melrose Meltdown”, etérea canción que se llenaba de un espíritu doomer al coro, pero con un filtro pop a la nueva usanza. Y Luego de recibir por parte del público una foto instantánea, Suki se despidió con “Good Looking”, con un final apoteósico, la guinda perfecta para un debut soñado y por sobre todo jamás pensado para la inglesa.
Con un pop de ensueño, etéreo, pero muy de diseño y que busca emular a insignes como Lana del Rey o Hope Sandoval, las armas de Suki se encuentran más en la energía que proyecta en vivo que en sus trabajos de estudios, el magnetismo es mayor con ella arriba del escenario más aún con la correctisima banda de soporte que maneja. Un excelente debut de la europea a este lado del planeta y el surgimiento de una nueva ídola en nuestras tierras.