Por Bayron Ríos
Fue un regreso esperado por cientos de fanáticos, que tuvieron que esperar casi siete años para tener de vuelta a los oriundos de California en su tercera visita al país. Con un atiborrado Teatro Teletón, Pierce The Veil continuaba con el tramo latinoamericano de “The Jaws of Life”, su más reciente trabajo discográfico, con un show correcto, sin puntos memorables, pero por sobre todo bastante predecible.
La velada comenzó de manera puntual con la introducción de “El Rey”, la clásica ranchera de Vicente Fernández, señal inequívoca que la banda ya entraría a escena. Con pancartas y globos el público le daba la bienvenida a Vic Fuentes y compañía al ritmo de “Death of a Executioner”, parte de su última placa. Los fans reaccionaban con fuerza en cancha mientras que su bajista, el histriónico Jaime Preciado, comenzaba a robarse el show con sus piruetas en el bajo.
Los clásicos no se hicieron esperar, por lo que rápidamente “Caraphernalia” puso la cuota de energía y emocionalidad en los fanáticos. La fiesta continuaba con los gritos de Vic en “Pass The Nirvana”, seguida de “Bulls in the Bronx”, canción con una tremenda energía hardcore entregada por Loniel Robinson en batería. Sin embargo, a pesar de todo de la brutalidad de esta misma, el público solo atinaba a grabar con sus celulares, dinámica que se estableció durante todo el show, ni siquiera el más mínimo intento de realizar un mosh pit en las canciones que lo ameritaban.
“Emergency Contact”, balada en clave rock, quitaba el pie del acelerador para entregar un momento más meloso en el setlist. Uno de los momentos alto de la jornada vino con “Steined Glass Eyes and Colorful Tears”, de impronta épica en donde Robinson se lució notablemente.
Poco antes de comenzar la clásica “Bulletproof Love”, el vocalista notó una situación en cancha por lo que pidió que la ayudaran a sacar a la persona para que recibiera atención requerida. Uno de los momentos más esperados de la jornada llegó con “Hold On Till May”, canción en donde la banda invita a un fan a subir al escenario, para la ocasión la elegida fue Cris, quien con celular en mano grabó todo el instante donde Vic le cantaba. Una anécdota que será difícil de olvidar para la fanática.
Cerrando la primera parte del concierto, la banda pidió un aplauso para los teloneros nacionales Killa Reviver para luego despachar la potente “A Match Into Water”, canción con todos los elementos necesarios para darlo todo en el mosh pit, pero el público prefirió contaminar la visual general de la cancha con las pantallas prendidas de los celulares.
El bis estuvo a cargo de “Dive In” y “King For A Day”, sellando en poco más de hora y media de show su tercera visita al país, con un espectáculo redondito. La banda se notó cómoda en el escenario entregando lo mejor de sí, pero con un público bastante flojo, será el rango etario al que apunta la banda (había incluso padres acompañando a sus hijos) o quizás otros factores, pero a veces hay que ponerle voluntad al asunto.