Por Bayron Ríos
Aunque se promocionó como si fuera la primera vez, y en rigor era su segunda visita, vaya que se sintió como un debut y muy esperado por el público. Con casa llena la fanaticada le dio la bienvenida a la versión más completa de Wu-Tang Clan, incluido Cappadonna pero sin GZA y Method Man, el colectivo supo entregar una clase magistral de hip-hop con un concierto cargado a la vieja escuela y gozando del status propio de ser una de las bandas fundamentales en la historia del rap.
La jornada comenzó temprano con una selección de los nombres más interesantes del género nacional, iniciando todo con Dj Atenea con una fina selección de tracks que acompañaron los primeros minutos de la velada, siendo acompañada por Rayokuza y la elemental Zita Zoe en distintos pasajes de la previa. Con B-Boys tirando sus mejores pasos en el público y con un fanático escapando de los guardias, queriendo quedarse en cancha. La intensidad del público marcaría cada momento del show.
Jonas Sánchez también dijo presente en la celebración, con una corta pero certera presentación donde manejó con oficio al público presentando lo mejor de su catálogo, invitando también a El Bruto CHR (también parte de la previa) y a ChysteMc a compartir escenario. La guinda de la torta llegó de la mano con el combo Mente Sabia Crew.
Con la finalización de la nutrida parrilla nacional como teloneros, la entrada de la banda de apoyo de Wu-Tang a escenario ya marcaba lo obvio. Una instrumental bien funkera le daba la bienvenida a RZA (gran ausente en la anterior visita del conjunto), Raekwon, Ghostface Killah, U-God, Inspectah Deck, Masta Killa y Cappadonna, junto a Dj Allah Mathematics en las tornamesas, el clan shaolín estaba en la casa al ritmo del junte “Killer Bees on the Swarn” con “Clan in da Front”. La intensidad de los fanáticos era palpable en cancha, tanto así que durante la brutal “Bring da Ruckus” un chico terminó desvanecido en el piso necesitando asistencia médica, aunque se le gritó de muchas formas a un productor que solo atinaba a grabar el escenario desde platea baja y a una despistada guardia, no hubo caso por parte de ellos en alertar la situación. Finalmente el chico fue retirado de cancha en dirección a enfermería, tal vez el único punto negro de la jornada.
“Da Mystery of Chessboxin’” transformaba la cancha en un verdadero campo de guerra, incluido un verso a capella de Masta Killa que fue coronado con una champañazo al público por parte de RZA. Cuando la adrenalina estaba a tope “One Blood Under W”, canción que incluyó una sección ragga por parte de Cappadonna, ponía los paños fríos a la presentación. La locura volvería a desatarse con la esperada “Wu-Tang Clan Ain’t Nuthing to F’ Wit”, coreada a morir por un repleto Movistar Arena.
El dinero gobierna todo alrededor nos advertía RZA con un billete de 10 mil pesos en la mano, para dar paso a la enorme C.R.E.A.M.; las manos en el aire haciendo el gesto de la gran W era el ticket de entrada a estar gran fiesta. Hablar de Wu-Tang también es hablar de Ol’ Dirty Bastard, pieza clave en el clan, tuvo su momento de homenaje con los hits “Shimmy Shimmy Ya” y “Got Your Money”.
Otro de los puntos altos fue la interpretación de “Ice Cream”, original de Raekwon, con Ghostface Killah y Cappadonna robándose por completo la película. El clan mantenía la energía a tope con “Gravel Pit” y “Triumph”, ya la sección final del show estuvo a cargo de la emotiva “Reunited” y la extraña mezcolanza de “Smells Like Teen Spirit” de Nirvana junto a los coros y estrofas de sus clásicos hits, a modo de resumen de su tremenda presentación.
Bien cargados al seminal “Enter the Wu-Tang (36 Chambers)”, el grupo entregó un show afilado y demoledor, el entrenamiento shaolín del grupo sigue cosechando frutos y aunque todos ellos rondan por los 50 años, las barras y el desplante se sienten joviales, en el punto de ebullición máximo. Valió la pena la larga espera por este “debut”, larga vida la saga del clan.