Por Bayron Ríos
Fotos por Victor S. Gálvez
En pocas palabras la experiencia BadBadNotGood hay que vivirla, aunque sea una vez en la vida. Y es que el cuarteto oriundo de Ontario, Canadá entregó todo un espectáculo sensorial, tanto visual como sonoro en un repleto Teatro Coliseo, en una de las mejores fechas musicales en lo que va del año.
El ensamble compuesto por Alexander Sowinski en batería, Chester Hansen en bajo, Leland Whitty en saxo y Felix Fox en teclados, volvían a nuestro país, luego de una convulsionada última presentación en pleno estallido social. Para la ocasión, el regreso a territorio nacional se enmarcó en la gira “Talk Memory”, su último trabajo de estudio editado el 2021. Ya con la soltura, confianza y experiencia ganada en los años transcurridos, la banda presentó sus credenciales en un punto alto de su carrera ante un ansioso público chileno.
Cuando el recinto de Nataniel Cox llegaba a su punto máximo de ebullición, por los parlantes sonó “Todos Juntos” de Los Jaivas que pegada a “War Pigs” de Black Sabbath, dieron la bienvenida a la banda que se asomaba lentamente al escenario. Ya con el conjunto completo en escena, el bajo distorsionado de Hansen daba el inicio a “Signal From the Noise”, canción que transita por varías capas sonoras y coronadas con las proyecciones en 16 milímetros en tiempo real, a cargo de Sylvain Chaussée que le aportó toda la mística a una presentación perfecta.
La experiencia audiovisual tomaba más fuerza a medida que avanzaba el setlist, con canciones como “Lite Spots”, original de Kaytranada, “City of Mirrors” con visuales de la gran ciudad que se fundían en un gran lienzo multicolor, la melancólica “Timid, Intimidating” que pegaba al ritmo de las imágenes de un roadtrip a través del desierto y que decantaba en una vorágine sónica y visual. “Unfolding (Momemtum 73)” nos invitaba a la calma más jazzera con unas imágenes de mares, olas chocando y personas nadando.
“Love Proceeding” sonó cargada a la psicodelia y con unas hermosas visuales de B-Boys lanzando sus mejores pasos de breakdance. Ya hacia el final de la primera parte del concierto, Sowinsky invitaba al público a gritar cada vez que aparecía un bateador en las visuales de “Talk Meaning”, fueron casi 15 minutos de una ejecución que se paseaba por pasajes más convencionales del jazz a marcados breaks en la batería, del saxo con un sonido más aterciopelado a verdaderos aullidos, todos cubiertos bajo el cálido manto propio del teclado Rhodes.
El final definitivo llegó en forma de homenaje al difunto MF Doom, con “The Chocolate Conquistadors”, cerrando así una presentación que rozó la perfección y con un público que se comportó a la altura de la situación, no abusando del uso de celulares teniendo en cuenta en todo momento la solemne proyección en rollos de cinta que no paró en ningún instante. BadBadNotGood confirma su calidad de artista de la casa con un show impecable y una puesta en escena única y emotiva, sellando para siempre el pacto con el público local.