Por Andrés Cornejo
Fotos por Juan Kattan
No podemos negar que durante los últimos años, la escena británica ha estado en su máximo esplendor con un nuevo renacimiento del post-punk. Idles, Black Country, New Road, Squid y un sin fin de bandas más son la cara principal del vanguardismo y resurgimiento musical. Dry Cleaning es parte de esta grandiosa escena, y con tan solo 2 álbumes de estudio es imposible no mirar atrás a grupos como Siouxsie & The Banshees o Sonic Youth, pero con una nueva fórmula.
La cita concurrió en el Club Subterráneo, donde varios fanáticos se encontraban tempranamente esperando para estar lo más cerca posible de los músicos. Para ser una banda con una cortísima carrera y de no gran popularidad atrajo lo suficiente de gente para llenar el recinto.
El cuarteto decidió dar inicio con un clásico de su discografía «Viking Hair» de su EP Boundary Road Snacks and Drinks (2019), que de seguro muchos conocieron a la banda por tal canción en su presentación por KEXP. Pero el show, básicamente se enfocó en su último trabajo de estudio “Stumpwork” (2022), por lo que siguieron con <<Gary Ashby>> y el público logró encenderse aceleradamente.
Las ruidosas guitarras, por parte de Tom Dowse, acompañadas de la estática voz de Florence, formaban una intensa armonía tan rara como hipnotizante. El tipo de canto “spoken-word” sin duda es el sello de la banda, donde cada canción parecía una performance de poesía experimental con gestos extraños de la vocalista como si estuviera preparando sus hechizos para lanzarlos contra el público. Florence Shaw, la oráculo, nos dejó perdidos con su mágica voz.
Los temas iban y venían sin ningún mayor descanso, pero con agradecimientos hacia el público más unas palabras, los británicos de tan lejos no creían estar al otro lado del planeta. La multitud de gente no había cómo apagarla, la energía era inmensa, tanto que coreaban a todo pulmón los riffs de guitarra en <<Conservative Hell>> y <<Driver´s Story>>.
Pero el clímax se dio en los temas de su álbum debut como <<Unsmart Lady>> y <<Scratchcard Lanyard>>, donde incluso se cantó junto a la frontwoman en las líneas “Do anything and feel nothing”. Luego la banda hizo un pequeño encore dando indicios de que se acercaba el final tristemente. Para finalizar la movida jornada, el cuarteto se despide con <<Meghan>> y <<Anna Calls>> dando cierre a uno de los shows menos pensados en Chile pero que resultaron una total maravilla.
Dry Cleaning entregó un show impecable, donde solo tuvieron 1 hora y 15 minutos y lograron tocar 18 temas sin parar subiendo la adrenalina en cada segundo por gracia de los ruidosos riffs y la voz alienígena de Florence. Esta talla de músicos es lo que lidera la escena actualmente y esperamos totalmente ver un regreso o nuevas bandas como black midi, squid y black country, new road.