Por Ignacio Bataller
Manowar, una banda que, si eres fanático del metal, no requiere presentación. Desde hace muchos años, ostentan el estatus de leyendas y su discografía es prácticamente intocable.
Fundada en 1980, el grupo es conocido por sus letras basadas en la fantasía y la mitología, además de numerosas canciones que celebran el género y su público principal.
La agrupación liderada por Joey DeMaio y Eric Adams no ha visitado nuestro país desde 2010, cuando ofrecieron un concierto que, a pesar de haber sido bien recibido, dejó a los fanáticos con un sabor agridulce, dado que no interpretaron muchas de sus canciones más reconocidas. Han pasado 13 años para que Manowar finalmente tenga una oportunidad de redimirse ante el público chileno.
La razón que los trae de vuelta a Sudamérica es su gira «Aplastando a los enemigos del metal«, la cual conmemora los 40 años de la banda. En esta gira, no solo celebran una carrera impecable, sino que también conmemoran los aniversarios de seis álbumes que han dejado su huella a lo largo de estas cuatro décadas. Estos discos son: “Battle Hymns”, “Fighting The World”, “The Triumph of Steel”, “Warriors Of The World”, “Gods of War” y “The Lord of Steel”.
Con esta justificación para la existencia de la gira, se disipa el mayor temor de los fervientes seguidores locales, ya que la celebración de estos seis discos asegura que el setlist estará completamente inmerso en esa época de la banda. Esto garantiza que el concierto, en cuanto a su selección de canciones, será superior al de 2010.
Considero que resulta injusto evaluar a una banda a partir de una única actuación en vivo. Todas las bandas, a lo largo de su trayectoria, han tenido shows buenos y no tan buenos. Sin embargo, es innegable que la última presentación de una banda en un país puede tener un impacto significativo en su reputación en ese lugar. Según los mensajes que la banda ha compartido acerca de sus conciertos en Sudamérica, su principal objetivo es restaurar su imagen en la región.
Y estoy convencido de que los seguidores chilenos de la banda comparten este sentimiento. Desean superar aquel concierto de 2010, que originalmente estaba programado para el Teatro Teletón y, debido al éxito de ventas, se trasladó al Teatro Caupolicán. Esto demuestra que la audiencia está ansiosa por retribuir a la banda por su dedicación a celebrar su música junto a ellos. Todo esto convierte este concierto en una cita imperdible.
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