El baterista Steve Riley, miembro clásico de las bandas W.A.S.P. y L.A. Guns, falleció a la edad de 67 años. El veterano músico falleció después de un grave ataque de neumonía.
El fallecimiento de Riley fue confirmado por su familia, que emitió la siguiente declaración a través de Facebook: «Estamos devastados al compartir que Steve Riley falleció a la edad de 67 años. Steve había estado luchando contra un caso grave de neumonía durante varias semanas, y el martes 24 de octubre sucumbió a la enfermedad. Su esposa Mary Louise y su hijo Cole estuvieron a su lado en sus momentos finales”.
Riley fue miembro de W.A.S.P. de 1984 a 1987, apareciendo en el segundo álbum certificado de oro de la banda de metal, The Last Command de 1985, y su seguimiento, Inside the Electric Circus de 1986, así como en su popular álbum en vivo de 1987, Live… in the Raw.
En 1987 se unió a L.A. Guns, y formó parte de la formación clásica de la banda de glam-metal de 1987 a 1992. Después de ser despedido del grupo, se reincorporó en 1994 y permaneció en la banda hasta 2016. A partir de ahí, surgieron problemas legales. en dos encarnaciones de L.A Guns, con Riley creando su propia versión de la banda en 2019, y finalmente actuando como L.A Guns de Riley.
L.A Guns de Riley presentó un nuevo sencillo, “The Dark Horse”, el mes pasado, con intenciones de lanzar un álbum con el mismo nombre a principios de 2024.
La declaración completa de la familia de Riley continuó de la siguiente manera:
“Steve pasó las últimas cinco décadas construyendo un rico legado musical, recorriendo el mundo innumerables veces, vendiendo millones de discos, compartiendo escenario con increíbles compañeros de banda y brindando alegría a los fans de todo el mundo. Su estilo era inigualable, influenciado por grandes como Buddy Rich, Ginger Baker y John Bonham, y su pasión por el oficio fue evidente hasta el final.
Pero el mayor legado de Steve fue su papel como esposo amoroso y padre cariñoso. En casa, era más que un simple rockero: era un fanático de los deportes de Boston, un aficionado a la Segunda Guerra Mundial y un ávido lector. Por mucho que le encantara estar de viaje, nada le proporcionaba más alegría que volver a casa con su familia”.