Por Bayron Ríos
Uno de los nombres más clásicos dentro de la escena metalera mundial, regresaba por tercera vez a nuestro país a entregarnos una velada cargada de potencia, porque lo hecho por Machine Head fue un verdadero azote lleno de brutalidad, consagrándose como uno de los tantos regalones de la fanaticada nacional.
El proyecto liderado por el guitarrista Robb Flynn pisaba nuevamente territorio chileno, luego de sus visitas en el 2011, 2015, bajo la gira “An Evening With Machine Head 2023”. Con casi la totalidad de los tickets vendidos, la ansiedad por ver a la banda se hacía cada vez más grande, más aún con la selección musical que sirvió de bienvenida a los fans que entraban al Teatro Coliseo.
Una vez iniciado los acordes del clásico “Diary Of a Madmen” de Ozzy, era la señal inequívoca que la banda ya se aprontaba en salir; el primero en aparecer fue Robb Flynn desatando la locura de los fanáticos, que no dudaron en sacarse literalmente la cresta al ritmo de “Imperium”. La clásica “Ten Ton Hammer” hacia estallar el pit, armando sendas ruedas que arrasaban con todo.
La banda liderada por Flynn, compuesta por Mat Alston en batería, Jared MacEachern en bajo y Vogg Kieltyka en guitarra hacían retumbar el teatro con “Choke on the Ashes of Your Hate”, punta de blast y mosh.
En “Now We Die”, el publico ya estaba rendido a los pies de la banda por lo que Flynn aprovechó la instancia para hacerlos mover los brazos, retomando la acción en un solo de guitarra, demostrando su destreza en las seis cuerdas. La clásica “The Blood, The Sweat, The Tears” continuaba con el castigo en el pit; “Unhallowed”, parte de su último trabajo de estudio “Of Kingdom and Crown” (2022), también recibía muestras de cariño por parte de los fanáticos.
Una de las postales de la noche llegó con “Locust”, coreada de principio a fin y con una impronta épica. “Become The Firestorm” continuaba armando la guerra en el circle pit, mientras que “No Gods, No Masters” ponía los paños fríos, por así llamarle.
Durante esta gira, la banda también se da el tiempo de bromear con el público al hacerlos elegir un cover que la banda interpretará, en la selección se encuentra Metallica, Slayer, Blink-182 y Iron Maiden. El publico nacional se inclinó por Slayer mayoritariamente, pero Rob arremete rápidamente con “All The Small Things” de Blink, causando risas y desconcierto entre los fanáticos; pero la canción es desechada de inmediato por la banda para interpretar una épica rendición a “Hallowed Be Thy Name” de Maiden.
A pesar de toda la brutalidad que se vivió en el mosh pit o la locura de las primeras filas, también hubo un instante de real intimidad entre Robb y el público, al momento de interpretar “Darkness Within”. Aquí el vocalista contó la historia de cuando la escribió en un momento oscuro y malo de su vida y asegurando que el tema ya no le pertenece a él, sino a todo aquel que se encuentre pasando una mala situación y que la canción le sirva para salir adelante, tal como le sirvió a él. Pidiendo que bajen los celulares y vivan el instante, Robb Flynn arremetió con una emotiva interpretación.
El último tramo del concierto se volcó totalmente a la brutalidad con “Bulldozer” y “From This Day”, con todo el publico saltando e incendiados en el mosh pit, todo como una especie de aperitivo para la tremenda “Davidian”, mega clásico de la banda y que dio por finalizado el set principal de la jornada.
Para el encore, Flynn agradece al público y en una última dinámica, comienza a lanzar vasos con cerveza hacia la cancha, siendo una de esta agarrada de forma perfecta en el aire sin que se le haya derramado una gota al piso. Asombrado por la destreza del fanático, le canta “We Are The Champions”, recibiendo la ovación completa del teatro; la última canción que cerró por completo el show fue “Halo”, con un público que lo dio todo y más en el circle pit.
Lo de Machine Head fue un festival de brutalidad, sonando con mucha potencia y claridad a pesar de lo que puede ser la masa sonora propia del género o la a veces esquiva amplificación del Teatro Coliseo, Robb Flynn derrochó carisma y empatía con el público local, transformando quizás en la mejor presentación de la banda en el país, porque ya no quedan dudas que Machine Head es de Chile.