Por Ignacio Bataller
En 1988, comienza la travesía de las bandas más destacadas del metal extremo. Carcass da sus primeros pasos en el mundo del metal desde la perspectiva del grindcore, conquistando el ámbito underground en Inglaterra con su álbum «Reek of Putrefaction».
Tan solo una canción del álbum supera los 3 minutos. La duración total de la obra es de 39 minutos y 43 segundos, repletos exclusivamente de poderosos acordes de guitarras afiladas y una batería sucia. La banda emana una fuerza conjunta que resulta demoledora.
Desde «Genital Grinder», ya se anticipa claramente lo que se encontrará en este lanzamiento. El primer punto culminante para mí sería en «Pyosisified (Rotten to the Gore)», donde se percibe el grindcore, pero con elementos de death metal y thrash que no solo aceleran la canción, sino que también la hacen sentir aún más pesada.
Jeff Walker y Sanjiv (pistas de 23 a 35) son las personas que más brillan más en este disco. Ambos vocalistas demostraron habilidades excelentes, especialmente Jeff, quien rápidamente se convertiría en una influencia para otros cantantes, no solo en el ámbito del grindcore, sino en el metal en general a nivel mundial.
El grindcore ha sido subestimado históricamente debido a la breve duración de sus canciones, la aparente falta de claridad en su ejecución y las temáticas controvertidas presentes en las letras o portadas, destacando bandas como Anal Cunt como ejemplo paradigmático.
Esto constituía la única perspectiva que la audiencia tenía desde el exterior. Sin embargo, con el tiempo, se ha cultivado un mayor respeto hacia bandas como Carcass y sus compañeros ingleses de Napalm Death. Este cambio ha demostrado que, aunque el grindcore puede no ser apreciado por todos, sin duda ha contribuido significativamente al panorama del metal.
En «Reek of Putrefaction», percibo músicos sumamente talentosos que llevan el metal a sus límites, lo cual es característico del grindcore. Se exploran velocidades extremas, duraciones de canciones mínimas y la capacidad de transmitir un mensaje claro en las letras. Lograr que este estruendo abrumador tenga una melodía es un desafío que requiere dedicación, y este disco demuestra que se ha llevado a cabo un trabajo excepcional en ese sentido.
El único aspecto notable es que es evidente que este álbum no cuenta con el mejor diseño de producción. No obstante, esta carencia no perjudica la calidad del disco, ya que la intención de la banda está clara y se logra transmitir con éxito.
Este álbum es significativo porque elevó el grindcore a un nivel superior, abriendo las puertas para que otras bandas en todo el mundo se adentraran en este género y experimentaran con él. Gracias a este precedente, hoy en día, bandas como Full of Hell, Escuela Grind o Knoll destacan y brillan dentro de este mismo ámbito musical.
La agrupación inglesa se presentará el 5 de mayo en el Teatro Caupolicán, entradas disponible a través de Punto Ticket.