Por Ignacio Bataller
Finalmente, uno de los regresos más esperados del hardcore era el de Comeback Kid. Gracias a su disco “Heavy Steps”, lanzado en 2022, se concretó el retorno de los canadienses a tierras chilenas para ofrecer uno de los conciertos más intensos de lo que llevamos del año.
Todo comenzó a las 19:00 horas cuando se abrieron las puertas de la Sala Metrónomo. Aquellos que llegaron temprano pudieron acomodarse dentro del recinto, anticipando lo que prometía ser una noche espectacular de hardcore.
La acción comenzó rápidamente. A las 19:30 horas subió al escenario la primera banda de la noche, Derrumando Defensas, representantes nacionales encargados de abrir la velada. Cumplieron cabalmente con su deber, y a medida que más personas iban llegando, se enganchaban rápidamente con la presentación de la banda. Demostraron por qué estaban ahí y anticiparon su participación en el próximo Metal Fest.
Cuando llegó Entrefuego, la segunda banda, a eso de las 20:15 horas, el público ya estaba preparado para entregarse por completo al mosh. La banda respondió con la misma energía y entregó todo en el escenario. A veces es complicado tener más de un telonero, ya que la gente suele querer llegar rápidamente al evento principal. Sin embargo, si se hace bien, la audiencia puede conectar y disfrutar de la banda, como ocurrió en este caso.
Con un pequeño retraso, alrededor de las 21:18 horas, los canadienses suben al escenario para ofrecer sin duda alguna uno de los espectáculos más brutales y poderosos de lo que llevamos de año.
«Heavy Steps”, “False Idols Fall”, “Trouble In The Winners Circle”, “Somewhere, Somehow”, “G. M. Vincent & I” y finalmente “Wake the Dead”, son solo algunos de los 15 temas que la banda interpretó para dejar sin aliento a todos los presentes en la Sala Metrónomo.»
La expresión de Andrew Neufeld, líder de la banda, reflejaba claramente la alegría del público chileno al verlos. En varias ocasiones, el cantante pasó el micrófono a la audiencia para que cantara, hubo numerosos saltos desde el escenario al público y una gran dosis de energía en el mosh pit. Fue una noche que sin duda alguna encapsuló el espíritu del hardcore al 100%, elevando el estándar en cuanto a experiencias de conciertos extremos se refiere.