Por Bayron Ríos
Fotos por Juan Kattan – @kattan.ph
En una de las jornadas más potentes de Lollapalooza Chile, post pandemia, el regreso de Arcade Fire fue simplemente emocionante, quizás no llegando al nivel épico de su debut hace una década atrás, pero pega en el palo. Los canadienses se adueñaron por completo del Banco de Chile Stage y entregaron la postal más potente y significativa en la historia del festival en nuestro país.
La presentación empezó arriba desde el primer minuto con “Ready To Start” y dejando en claro que solo serían hits tras hits. El ensamble de Arcade Fire, con sus nueve miembros sobre el escenario, hacían de cada canción una gran construcción, una grandilocuencia que solo esta banda es capaz de hacer. “The Suburbs” hacía rendir a todo el Parque Cerrillos, para seguir con “Unconditional I (Lookout Kid)», uno de los buenos singles de su último disco de estudio, “We” (2022).
Como suele suceder ya con el paraje de Cerrillos, el atardecer también es un protagonista clave en las presentaciones y su aparición estelar llegó con “No Cars Go”, en una emocionante presentación con el sol escondiéndose de fondo. “Neighborhood #3 (Power Out)” seguía manteniendo la energía a tope entre el público y la banda, con Win Butler acercándose a la reja finalizando la canción, seguida de la inmensa “Rebellion (Lies)” armando toda una fiesta.
“Reflektor” traía nuevamente la fiesta en el escenario con Régine Chassagne brillando en todo momento, la verdadera alma del grupo. Rápidamente “Afterlife” comenzaba a sonar y Win se desplazaba hacia el pasillo del FOH (front of house o mesa de sonido) para encaramarse y compartir con los fanáticos, hasta incluso saltó la reja y estuvo con ellos.
Régine tomaba protagonismo una vez más con las excelentes “Creature Comfort” y “Sprawl II (Mountains Beyond Mountains)”. Cuando las fuerzas ya decaían y un gran número de público se movía en dirección hacia el escenario en donde se presentaría Blink-182, los canadienses sorprendían con “Everything Now”, una de las grandes canciones que han acertado en los últimos años, poniendo a todos los asistentes a corear.
Ya hacia el cierre de su presentación, y tal como sucedió un día antes en Argentina, la sorpresa final no fue tan sorpresa mas no dejó de ser sumamente emocionante y significativa. Los canadienses invitaron a Javiera Parra para interpretar “Gracias a la Vida” de la eterna Violeta Parra, una vibrante imagen que quedará para la posteridad por siempre.
Cuando la emoción se sentía a flor de piel por el homenaje a la gran cantautora nacional, el himno nacional de Lollapalooza Chile hacia su presencia para cerrar un magnífico show, “Wake Up” puso a todo el mundo a cantar más aún con Win Butler cantando en español las primeras estrofas de la canción. Un momento Lollapaloozero con todas sus letras.
Arcade Fire entregó uno de los grandes shows de esta segunda jornada de festival, un nombre idóneo para la circunstancia y que a pesar de venir un tanto con la capa caída (acusaciones de abuso sexual y la salida de Will Butler), la banda se hizo gigante en un territorio que se siente como una casa para ellos, sobre todo con los vínculos estrechados con la gran cantautora en esta pasada por el país y la región.