Por Bayron Ríos
Fotos por Juan Kattan – @kattan.ph y producción Lollapalooza Chile
Tercer día y jornada final de lo que fue la edición número 12 del festival Lollapalooza Chile, una jornada un tanto débil y desproporcionada a lo que fueron los dos días anteriores. Si bien grandes nombres como Sam Smith, Phoenix, Sza y Jungle brillaron por mérito propio, hizo falta un gran nombre de peso, algo equilibrara lo que se vivió los otros días, aun así, esta edición ha sido la mejor post pandemia, un balance perfecto entre nombres frescos y viejos estandartes.
Nombres como los noveles Estoy Bien le pusieron vitalidad y fuerza a una jornada que no estuvo exenta de polémica. El debut en el festival de los venezolanos Los Mesoneros se acortó de gran manera, una presentación que debía ser de casi una hora quedó reducida a 30 minutos debido a una serie de desperfectos en el sonido, mermando así la experiencia tanto para sus fanáticos como para la banda misma.
Tanto así que la banda tocó, a baja intensidad, algunos minutos mientras en el escenario contiguo Nicole comenzaba su presentación en el festival. La cantante recorrió su exitosa carrera musical a una hora en donde el sol no era buen aliado, aun así, la nostalgia fue más poderosa e himnos como “Dame Luz” y “Esperando Nada” se hacían gigantes en el Banco de Chile Stage.
Avanzaba el día con Dennise Rosenthal y su propuesta cargada al pop más mercantilizado, mientras en el otro extremo del Parque Cerrillos, el público se preparaba para recibir a Ana Tijoux. La gran jefa del rap nacional dio una clase magistral, en donde repasó clásicos y material nuevo, no sin aprovechar la instancia para visibilizar la lucha social mapuche y estudiantil, así como también su postura pro Palestina. Posturas y problemáticas que pocos artistas hicieron notar durante los tres días de festival y que siguen más vigentes que nunca.
La vara alta dejada por Tijoux sufría una caída libre con la actuación de Jere Klein en el Cenco Malls Stage, un número sin forma ni fondo pero efectista a la hora de enganchar a un público más facilista. Una presentación insulsa que hasta terminó varios minutos antes de lo estipulado. El horror de Lollapalooza por estar de moda con las tendencias.
Uno de los topes de horario más dolorosos de la jornada fue el choque entre Nothing But Thieves y Jungle, mientras los ingleses liderados por Conor Mason hacían de las suyas en el Alternative Stage, sus compatriotas brindaron una clase intensiva de baile con hits como “Back on 74”, “Casio”, «Keep Moving” y “Busy Earnin”. Uno de los grandes shows de la jornada.
Finalizado lo de Jungle, los franceses de Phoenix entraban a escena con un potente show y con un alto número de asistentes, entre ellos Tom DeLonge de Blink-182. El conjunto galo repasó sus grandes éxitos y finalizando su presentación con el vocalista navegando en un crowdsurfing las cabezas del público apostado en el Cenco Malls Stage.
Luego llegaría el turno de Sam Smith, con un show de alto impacto que incluyó cuerpo de baile, cambios de vestuario (incluida una camiseta de la selección) y sonando canciones como “How Do You Sleep”, “Latch” y estupendo cover a “I Feel Love” de Donna Summer, para cerrar su presentación con una demoledora performance de “Unholy”.
Lollapalooza Chile 2024 aprobó correctamente esta versión, con un variopinto musical para todos los gustos aun así sigue al debe con el tema de la sombra en los espacios de distención; el fantasma del Parque O’Higgins sigue penando en cuanto a accesibilidad y disposición del espacio, pero la organización ha sabido mejorar paulatinamente los baches del Parque Cerrillos (ahora hay un escenario techado, mejoras en la alianza con el transporte público), tanto adentro del recinto como afuera (la seguridad a la hora de término del festival sigue al debe). Pero no nos quejemos tanto, porque fuimos testigos del mejor Lollapalooza post pandemia y eso ya es mucho decir.
