Por Bayron Ríos
Fotos Juan Kattan – @Kattan.ph
Por razones pandémicas se tuvo que ausentar un par de años en la cartelera del Teatro Cariola, manteniéndose vivos a través del streaming durante ese periodo, pero este 2024 la Compañía de Artes Integrales Milenium regresó a tablero vuelto con la temporada número 28 de la aclamada obra musical “Jesucristo Superestrella”, original de Andrew Lloyd Webber y Tim Rice, bajo la dirección teatral de Thommy Vásquez.
Siguiendo como estructura musical lo hecho por Camilo Sesto en 1975, la compañía le brindó un aire fresco a la puesta en escena al integrar vestuarios “modernos”, que iban desde el look más punk rock hasta incluso con un toque más sensual ligado al bondage; un gran punto a favor de la dirección teatral ya que le brindó una cercanía más verosímil a la historia sobre la última semana de vida de Jesús, de igual manera manteniendo la estructura clásica de las túnicas cuando lo ameritaba.
Durante los primeros minutos de la presentación, canciones como “Canción de Judas”, “Dinos lo que Va a Pasar”, “Jesús Morirá”, “Hosanna” y “Es Más que Amor”, interpretada por Almendra Kovac en el papel de María Magdalena, se hacían gigantes con la enérgica participación de los espectadores presentes en el Teatro Cariola; desde familias completas, niños, adolescentes y adultos se entregaban por completo ante la transversalidad de esta obra musical.
Punto aparte lo hecho por el actor Pablo Gálvez, quien se robó por completo la presentación interpretando a Judas, otorgándole todos los matices propios del atormentado personaje. También se suma la excelente actuación de Ítalo Cisternas en la piel de Jesús, papel que el actor ha interpretado a lo largo de 22 años. En esta dupla recae todo el peso de la trama, brindando los mejores momentos de la historia, con una química actoral que se mantiene incluso hacia el final de la obra.
Otro de los puntos altos de la presentación fue la esperada “Canción de Herodes”, interpretada por el actor Alfredo Portuondo, uno de los grandes éxitos de esta ópera rock. Pero si hablamos de éxitos, el premio mayor se lo lleva “Getsemaní”, la canción que puso en el mapa a esta obra musical y que en la voz de Cisternas cobra una fuerza vital y llena de dramatismo.
En casi dos horas de espectáculo, la producción a cargo de la Compañía Milenium logra crear un magnetismo único tanto por su austera puesta en escena, pero muy efectiva, el carisma de sus actores y por la fiel musicalización en vivo a cargo de Cotelo Vega en la dirección, hacen de esta obra un imperdible a la hora de elegir una opción para ver la ópera rock sobre Jesús y sus últimos días.