Por Bayron Ríos
Uno de los grandes beneficios de vivir la experiencia Lollapalooza (o de cualquier festival musical en general) es de encontrarse con presentaciones perfectas, pequeñas joyas que permanecen ocultas al ojo público pero que son encontradas por los que realmente se dan el tiempo de realizar bien la tarea, una búsqueda minuciosa que da el más dulce de los frutos: la satisfacción de un buen show.
Y la gran ganadora de esta experiencia fue la presentación de Ximena Sariñana, la mexicana se despachó el mejor show de la jornada en el oculto Lotus Stage, ante un reducido número de asistentes que aportó energía, complicidad y cercanía a todo lo que significó el show de la mexicana.
Con gran versatilidad, Sariñana hizo un repaso por toda su discografía, hasta incluso se dio el lujo de presentar canciones nuevas de su futuro álbum de estudio. De esta manera, la cantante se movió entre títulos como “La Vida no es Fácil” y “Si Tú Te Vas” o la romántica “Una Vez Más”.
En un momento de la presentación, la mexicana se cuelga una guitarra al hombre y se sincera con el público afirmando que es su primera vez tocando las seis cuerdas en vivo, por lo que los presentes la llenaron de aplausos, a modo de buena energía, para interpretar la inédita “Nada”.
Uno de los mejores momentos del show llegó cuando la mexicana invitó a Camila Moreno a escenario, situación que ya habían realizado en el 2019 durante la última presentación de Sariñana en el país.
De la guitarra pasó al teclado para interpretar la sentida “Ruptura”, en uno de los puntos altos del show. El concierto seguía su rumbo con “No Vuelvo Más” y otra canción nueva que no nombró su título y “Lo Bailado”; ya en el ocaso de su presentación la mexicana se lanzó con todo en “Sin Ti No Puede Estar Tan Mal”, uno de sus grandes éxitos, ya para cerrar con broche de oro junto a “Vidas Paralelas”.
La mexicana demostró con calidad y profesionalismo su calidad de artista; ya sea con vastas o acotadas audiencias, el desplante y manejo de Sariñana, sumado a la excelente banda que la acompaña, fueron más que suficientes para entregar una presentación de puntaje perfecto, una gema que solo se pudo apreciar lejos de los grandes focos.
