Por Ignacio Bataller

Foto por Francisco Aguilera – Spider prod.

Hace años, todos los fanáticos de la música extrema en general pedían a gritos festivales como el Cl.Rock y eventos como el titulado Road to Cl.Rock. Deseaban tener eventos con múltiples bandas, tal como en Estados Unidos o Europa, para que el público nacional demuestre al mundo de qué está hecho.

No solo fue una noche histórica por eso, sino también porque, después de dos intentos fallidos de concretar un concierto en Chile, la legendaria banda Discharge finalmente pudo realizar una presentación completa en suelo nacional. Desde el principio se notó que la gente los estaba esperando.

Lamentablemente, debido a problemas en Perú, tanto Havok como Midnight, quienes debían acompañar a Discharge, no pudieron llegar y tuvieron que cancelar su participación en el show. Sin embargo, algunos miembros de la primera banda lograron llegar y acudieron al teatro para compartir con los fans, firmar autógrafos y tomarse fotos.

Todo da inicio a las 20:00 hrs con Actitud Contra Cultural (A.C.C.), la banda nacional que, desde el primer minuto, mostró que sabía que esa era una velada especial y lo dio todo en el escenario. Con su thrascore/crossover, en teoría eran la banda perfecta para abrir, pero después de su presentación lo demostraron. Fueron enganchando tanto a la gente que llegó temprano como a los que iban llegando a medida que avanzaba su actuación.

Claro, la noche no estuvo exenta del caos habitual en cualquier espectáculo de punk. Poco antes de que Discharge comenzara a tocar, una gran multitud irrumpió en el Teatro Coliseo, superando por completo los sistemas de seguridad y a los guardias, quienes finalmente permitieron su ingreso.

A las 21:00 en punto, puntualidad clásica de los ingleses, Discharge hizo historia al subir al escenario del Coliseo. Comenzaron de inmediato con un combo de «The Blood Runs Red«, «Fight Back» y «Hear Nothing See Nothing«, pasando por «Hell on Earth«. Decir que fue intenso no le hace justicia; de principio a fin, fue un concierto redondo en todos los aspectos. El sonido estuvo un poco saturado, pero con una banda como esta, es de esperarse.

«New World Order«, «Hatebomb«, «Never Again«, «War is Hell«, y finalmente «Decontrol«: la banda recorrió todas sus épocas. Jeff «JJ» Janiak, completamente desatado, mostró una energía equiparable a la del público en el teatro. Fue un concierto donde la única nota negativa fue la avalancha de gente, pero fuera de eso, fue uno de los espectáculos más viscerales e intensos del año, difícil de superar.