Por Ignacio Bataller
Corría el año 1983 cuando una pequeña banda llamada Metallica lanzaba su primer disco, ‘Kill ‘Em All‘, y se embarcaba en su primera gira por Estados Unidos. Actuaban como teloneros de una banda ya consolidada en ese momento, perteneciente a la gigantesca New Wave of British Heavy Metal. Esa banda, que ahora prepara su regreso a nuestro país, es Raven.
La banda liderada por los hermanos Gallagher, no los de Oasis, sino los del metal, lanzó el año pasado un disco titulado ‘All Hell’s Breaking Loose‘. Este lanzamiento los ha mantenido de gira y ahora los trae de vuelta a Sudamérica, incluyendo por supuesto, a nuestro país.
Creo que está de más decir que oportunidades como esta son únicas, ya que nunca se sabe cuándo será la próxima vez que podamos ver a una banda así. Esta es la primera vez que Raven toca en nuestro país desde antes de la pandemia. Si eres fanático del metal rápido y clásico, y quieres ver a una banda que aún toca de manera espectacular, esta es una oportunidad única.
A pesar de que la banda viene con un disco nuevo bajo el brazo, es obvio que, al no haber venido desde antes de la pandemia, traerán lo mejor de toda su discografía para celebrar como corresponde con sus fanáticos en Sudamérica. Hasta el momento, la banda no ha fallado en sus presentaciones en nuestro país, y en un lugar íntimo como el Club Ámbar, seguro se transformará en una fiesta de metal.
Este tipo de conciertos son los que se recuerdan por mucho tiempo: una banda y una fanaticada apasionada celebrando la historia de la agrupación en un entorno más íntimo y cerrado.
Una banda como esta trae consigo mucha historia, y son instancias como esta donde se afianza la relación entre la banda y el público chileno. Este concierto será especial por varias razones: es una oportunidad para que tanto nuevos fanáticos de Raven como los antiguos, que quizás nunca han tenido la oportunidad de verlos, disfruten de la música de la banda como corresponde.
Además, en esta era post pandemia, los conciertos de bandas con muchos años de trayectoria se convierten en un choque de generaciones. Aunque no es una gira de despedida, uno nunca sabe lo que depara el futuro, y si eres un fanático de corazón, debes ser parte de esta historia.
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