Por Bayron Ríos

Paul McCartney es una de las figuras más emblemáticas y veneradas en la música. Una reliquia viviente de lo que significó un cambio de paradigma tanto para la música como a la sociedad durante el siglo XX. Desde su tiempo con los Fab Four hasta su exitosa carrera en solitario, su legado ha impactado profundamente a la cultura popular y ha moldeado generaciones de artistas.

Junto a John Lennon, George Harrison y Ringo Starr formaron The Beatles, donde compuso algunas de las canciones más memorables de todos los tiempos. Álbumes como “Revolver” (1966) y “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band” (1967) no solo redefinieron lo que se consideraba en la música pop, sino que también sentaron las bases para el rock moderno. Su talento para fusionar géneros, desde el rock hasta la música clásica, se hizo evidente en estas obras.

Después de la disolución de The Beatles en 1970, Paul se volcó su carrera en solitario con el álbum “McCartney”, donde exploró un estilo más personal e íntimo, creando canciones icónicas como “Maybe I’m Amazed.” Luego en 1973, McCartney fundó Wings, junto a su esposa Linda, y lanzó “Band on the Run,” un álbum que se ha convertido en uno de sus trabajos más aclamados. Esta placa incluye clásicos como “Jet” y “Band on the Run,” clásicos fundacionales hasta el día de hoy.

Durante las décadas siguientes, McCartney continuó explorando nuevos estilos y colaboraciones, lanzando álbumes como “Tug of War” (1982), que incluye “Ebony and Ivory” junto a Stevie Wonder, y “Flowers in the Dirt” (1989), donde se nota su madurez como compositor. Su álbum de 2007, “Memory Almost Full,” es un testimonio de su habilidad para adaptarse a las nuevas tendencias, combinando su sonido clásico con elementos contemporáneos.

Entrada la década de los 2010s Paul supo adaptarse a los tiempos, lanzando cuatro trabajos de estudio en los que destaca “New” (2013), álbum donde trabajó con productores como Mark Ronson y Paul Epworth (Bloc Party, Coldplay, U2, etc) en donde volvió a la clásica fórmula del pop-rock. Para el 2020 editó “McCartney III”, grabado durante la pandemia y que cosechó elogios por parte de la prensa. Luego esta misma placa recibiría un tratamiento en clave remix con “McCartney III Imagined”, que cuenta reversiones a cargo de nombres como St. Vincent, Beck, Blood Orange, Josh Homme entre otros.

Un verdadero tesoro viviente y que a sus 82 años se mantenga vigente y a la cabeza de giras mundiales de enorme factura, demuestra su inagotable energía a la hora de componer música y de interpretarla en vivo ante miles de fanáticos. Un legado que permanecerá hasta el fin de los tiempos, McCartney ha visto cambiar al mundo siendo en más de una ocasión protagonista de estos cambios.

El show se encuentra completamente sold out, así que los que tengan entradas vayan a disfrutar, que posiblemente sea el último show del británico en Chile.