Por Ignacio Bataller
Fotos por Francisco Aguilar – Spider Prod.
Aunque la primera fiesta previa tuvo algunos contratiempos, Discharge logró su cometido al desatar el caos total en el Teatro Coliseo. Ahora llega la segunda parte previa a la primera edición del Cl.Rock, esta vez en el Teatro Cariola, con la explosiva combinación de Napalm Death y Lucifer.
Ambas bandas no estuvieron solas, ya que, esta vez sin contratiempos, se logró organizar casi un mini festival junto con los brasileros de Eskröta y las bandas nacionales Gangrena y Demoniac aportaron lo suyo para crear la atmósfera adecuada para los platos fuertes. Aunque estas tres bandas encajan bien con Napalm Death, la duda giraba en torno a cómo sería recibido Lucifer, generando cierta expectación antes de su presentación.
Las tres bandas nacionales subieron al escenario a las 17:30, 18:30 y 19:30 respectivamente, y cada una tuvo el tiempo justo para demostrar, una vez más, que el metal extremo nacional está más vivo que nunca.
A las 20:30 horas, todas las dudas sobre si Lucifer encajaría en esta velada quedaron completamente resueltas. Desde el intro hasta las primeras notas de ‘Crucifix‘ y ‘Ghosts‘, la banda cautivó por completo a la audiencia. Inicialmente tranquila e hipnotizada por la voz de Johanna Sadonis y la atmósfera que la banda crea en cada actuación, el público terminó entregándose por completo. Desde el principio hasta el final, se ganaron firmemente su lugar y definitivamente merecen una tercera visita.
A las 22:00 horas en punto, fiel al estilo británico, Napalm Death volvió a pisar un escenario chileno, tras su última visita en el Metal Fest del año pasado. Las presentaciones de la banda ya se sienten como un reencuentro entre amigos, con una conexión especial y profunda entre el público chileno y la banda de Barney Greenway. Cuando habla, es como escuchar a un viejo conocido, y cuando la banda toca, la respuesta del público es automática.
Desde ‘From Enslavement to Obliteration‘, ‘Contagion‘, ‘Amoral‘, hasta los clásicos ‘Suffer the Children‘, ‘You Suffer‘, y el cover de Dead Kennedys, ‘Nazi Punks Fuck Off‘, el caos y la muralla de ruido fueron constantes, interrumpidos sólo por algunos breves descansos en los que Barney interactuaba con la audiencia e introducía los temas. Al más puro estilo grindcore, el concierto apenas superó la hora, pero incluyó más de 20 canciones que recorrieron todas las épocas que hicieron de Napalm Death las leyendas que son, y demostraron por qué siguen siendo tan queridos en Chile hasta el día de hoy.