Por Ignacio Bataller
Es evidente que 2024 ha sido un año marcado por el ambiente gótico en cuanto a conciertos, y una de las presentaciones que lo reafirma fue la de The Mission y Christian Death. Estas dos grandes leyendas de la escena británica y estadounidense, respectivamente, hicieron que el público en Blondie se mantuviera en constante movimiento.
La fiesta comenzó bastante temprano. A las 18:30 se abrieron las puertas del mítico club, y a las 19:30 subieron al escenario Valor Kand, Maitri y Jason Frantz, quienes conforman la formación más longeva de la banda. Gracias a su álbum de 2022, Evil Becomes Rule, se presentaron en un escenario nacional en 2024.
En cuestión de minutos desde que la banda comenzó a tocar, el humo ya cubría gran parte del espacio en Blondie. El público fue llegando gradualmente a lo largo del show. La banda realmente logró sumergir a todos en una especie de trance. Su repertorio más reciente ocupó la primera parte de la presentación, con un sonido gótico y pausado, muy cercano al doom.
Desde «Elegang Sleeping» hasta «Blood Moon«, la banda se tomó su tiempo para establecer el ambiente de la noche. Entonces, al tocar el clásico «Romeo’s Distress«, la fiesta y el baile empezaron con fuerza, culminando con «This is Heresy«, ante una Blondie repleta y preparada para lo que vendría después.
Fieles a su estilo británico, The Mission, liderada por Wayne Hussey, regresó puntual a un escenario chileno. Desde los primeros acordes de «Wasteland«, la Blondie estalló, dando inicio a una verdadera fiesta de rock gótico. El set estuvo lleno de energía, alternando entre canciones de tintes más punk, emotivas baladas, y mucha interacción con el público. Incluso hubo un divertido momento de confusión entre Wayne y Simon sobre el setlist, que terminó en risas.
El show fue una auténtica lección de lo que significa el rock oscuro de los ochenta. A lo largo de su trayectoria desde 1986, la banda ha logrado conservar intacto su sonido en vivo. Se pasearon por gran parte de su catálogo, incluyendo cada uno de sus éxitos, destacándose la icónica «Severina«, que fue coreada de principio a fin por el público.
A pesar de los constantes cambios de ritmo, la banda mantuvo siempre cautivada a la audiencia. Salvo en «Love Me to Death«, todos bailaban al ritmo de cada canción, especialmente cuando sorprendieron con un cover de Depeche Mode que fue recibido con entusiasmo.
Con 18 temas en casi dos horas, The Mission logró consagrar el 2024 como un año marcadamente gótico en Chile.