Por Andrés Cornejo
Fotos por Estrella Mendoza – @refletblanc
“En un mundo que se cae a pedazos. ¿Cuál sería tu último deseo?”. Es la premisa con que se introducía la productora a nuestro país. Y es que entre tantas bandas underground o “imposibles” de ver en el país, One Last Wish Booking le daba directo en el clavo y cumplía el deseo de muchos amantes de la música alternativa en presenciar un festival con bandas como Heavenly y Viva Belgrado. Además, de entregar un espacio bien detallado en Matucana 100 con stands de tiendas de discos, cerveza artesanal y alimentos veganos.
Siendo las 22:00 comenzaba la música con My Light Shines For You, banda nacional exponente del twee pop, al igual que Heavenly. El cuarteto conforado por Jean, Guga, Tapia y Mai regresaba a los escenarios luego de una largoa pausa y no podía ser mejor forma que compartiendo escenario con sus ídolos máximos de Heavenly, y si es que fuera poco, la mismísima Amelia Fletcher subió al escenario para interpretar <<Don’t Go Away>> de Talulah Gosh, marcando uno de los momentos más épicos de la noche. La agrupación aprovechó de agendar otro concierto para el 13 de diciembre para volver con todo.
Del alegre pop pasamos a la pesadez y melancolía de Estoy Bien, banda que ha tenido un crescendo exponencial con el lanzamiento de su debut “Apoyo Emocional” el año pasado, el cual los ha llevado a tocar en Lollapalooza y recientemente en una mini-gira por México tocando con Death From Above 1979. El trío subió a mil los parlantes para ensordecernos con los poderosos riffs y gritos de <<Frente a Frente>> y <<Piel>>, logrando los primeros mosh pits de la noche.
Luego fue el turno del colectivo Sastre y Apache, conformado por integrantes de Asamblea Internacional del Fuego, Lerdo y Osorezan. Con 6 músicos sobre el escenario lograron hipnotizar a los asistentes con una catártica presentación compuesta por instrumentales ruidosas e inquietantes al estilo Swans, sumado además las potentes letras de Emilio Fabar que impactaron como balas en nuestros oídos. Un show sumamente interesante y pasmoso de los Apache quienes tuvieron una esencia diferente al resto de las demás bandas.
A las 1 AM era la hora de los platos fuertes, partiendo con Heavenly, quienes a pesar de la gélida noche no tuvieron complicaciones en encender al público con <<Sperm Meets Egg, So What?>> y <<Our Love is Heavenly>>. Para ser una banda que ha permanecido en el underground lograron congregar un buen público, quienes además compraron varios discos de la banda para seguir apoyándolos. <<P.U.N.K. Girl>> fue el mayor hit de la noche con un baile contagioso irradiando felicidad por todo el Matucana 100.
Los pertenecientes a Sarah Records se mostraban muy felices de venir a tocar en Chile, siendo esta la única fecha en Sudamérica. Con mucha comunicación en español y hasta invitando a un fan de la producción a tocar <<C is the Heavenly Option>> lograron dar un show de ensueño para muchísimos asistentes que nunca creyeron la posibilidad de presenciar esta gran banda.
Si pareciera que cada show que iba pasando era insuperable, llegan desde España los Viva Belgrado a reventar el escenario y marcar la mejor presentación del festival. Con su reciente y fuertemente aclamado disco “Cancionero de los Cielos”, el cuarteto logró conquistar al público y darles más energías a pesar de haber sido las 2 AM. <<Una Soga>> y <<Cerecita Blues>> daban el inicio al final de este lindo festival.
Entre una mezcla de post-rock y post-hardcore, Viva Belgrado marcó un final conmovedor para este hermoso festival que no queríamos que terminara. Cada grito y nota de Cándido y compañía lograba estremecer a cualquier espectador, incluidos algunos que, aunque no eran tan acérrimos, terminaron enamorándose de la banda. Con muy poca comunicación, los de Córdoba ofrecieron uno de los shows más ruidosos y emotivos del 2024, con un setlist centrado en “Cancionero de los Cielos” y “Bellavista”.
Para una productora con poco personal y todo gestionado por ellos mismos, merecen el mayor de los reconocimientos por crear un festival que la gente melómana necesitaba. Un espacio donde se puede compartir música en formato físico, disfrutar de bandas en vivo influyentes que nunca pensamos ver, representar la escena local y fomentar una buena convivencia (además de destacar la accesibilidad de los precios). Es un grandioso comienzo para una productora que seguramente tendrá mucho que ofrecer en los próximos años, y estaremos ahí para apoyarlo.