Por Bayron Ríos
Fotos por Juan Kattan – @Kattan.ph y Fauna Primavera
En su primer día para la edición 2024, el Festival Fauna Primavera logró convocar a cientos de fanáticos, que cruzaban todas las generaciones, para una velada nostálgica, que rememoró lo mejor de los noventas.
Con las participaciones de Chini.png y Francisco Victoria como los números nacionales de apertura, llegaría el turno de los argentinos Usted Señalemelo, cuando el sol estaba entrando a su punto más álgido. Los mendocinos aprovecharon la instancia para seguir repasando su más célebre trabajo hasta el momento, «II» (2017), en donde mostraron calidad y profesionalismo en un stage que ya comenzaba a llenarse para el plato principal de la velada.
Lo de Lianne La Havas fue un mero trámite, la transición para refrescarse, ir al baño o a comer. La británica entregó un show pulcro pero descafeinado, carente de pasajes emocionantes y a ratos bastante monótono. Quizás no fue una correcta elección para el día en cuestión, pero vaya que sirvió para retomar las energías y llenar el estanque para lo que vendría luego.
La relación del público nacional con el grunge en particular es un vínculo poderosísimo. La densidad de sus sonidos y letras caló profundo en el fanático nacional, por lo que la visita de Jerry Cantrell al país, nombre insigne de la movida junto a su banda Alice in Chains, fue sinónimo de peregrinaje hacia la Ciudad Empresarial. El hombre detrás de las seis cuerdas y armonías vocales de los de Seattle despachó una presentación nebulosa, desértica, en donde repasó parte de su recién editado «I Want Blood» (2024) junto a lo más calados grandes éxitos de su agrupación madre.
El recorrido inició tímidamente junto a «Psychotic Break«, para luego dar el primer golpe del show con «Them Bones» provocando la locura de los cientos de fanáticos apostados en el Banco de Chile Stage. Rápidamente comenzaron a caer los «olé olé olé» por parte de los fanáticos al tener a Cantrell sobre el escenario. Punto aparte para el trabajo realizado por el guitarrista Zach Throne, quien fue el encargado de realizar las armonías vocales junto al músico y quien además llevó la batuta en las canciones donde el difunto Layne Staley fue la voz principal.
El momento más importante de la presentación llegaría con la clásica «Would?«, en donde Throne se robaría la película y con toda la explanada de la Ciudad Empresarial cantando al unísono. El concierto de Cantrell llegaría a su fin de la mano de «Rooster«, con otro alto corte de Alice in Chains, llevándose la ovación de un público que en su mayoría vivió en carne propia la época dorada del grunge.
Tras el nostálgico momento por parte de Jerry Cantrell, el sentimiento clave de la jornada seguiría reinando, esta vez con la contundente presentación del dúo francés Air. Los galos regresaron al país para repasar de forma íntegra su aclamado «Moon Safari» (1998), en la tal vez su mejor actuación en el país.
El tándem compuesto por Nicolas Godin y Jean-Benoit Dunckel, tomaron posiciones para iniciar el viaje con «La femme d’argent«. Enfundados de blanco, el dúo interpretaba con delicadeza y prestancia el trabajo que los catapultó hacia el éxito. «Sexy Boy«, uno de sus grandes himnos, hipnotizaba por completo a la repleta Vans Stage. Seguiría «All I Need» y la tremenda «Kelly Watch the Stars«, cuatro hitazos al hilo y que no dejaron indiferente a nadie.
«Remember» y «You Make It Easy» seguían en la senda de los hits qué contiene el seminal trabajo de los franceses. Diez canciones fueron la parte medular que repasa el álbum, cerrando con «Le voyage de Pénélope«, con el logo de la banda como telón de fondo, dando cierre a la revisión de la placa, con una puesta en escena impactante, en donde el juego de luces se convierte en un protagonista más del show.
El bis repasaría de forma escueta la certera discografía de los franceses, con highlights como la delicada «Cherry Blossom Girl» y la hipnótica «Highschool Lover«. Lo de Air fue sencillamente de otro planeta, con una puesta en escena contundente, que los encaminan sin apuro a una de las mejores conciertos del año.
Lo transversal del público que acarreaba The Smashing Pumpkins se podía notar apenas se colocaba un pie en la Ciudad Empresarial, desde jóvenes, niños, familias hasta treintones y cuarentones decían presente en una nueva visita de Billy Corgan y compañía. También sería un momento especial para los fanáticos, ya que aparte del vocalista lo acompañaban James Iha y Jimmy Chamberlain, piedras fundadoras en la banda.
Corgan, en un estado prístino, derrochó energía en cada momento, al igual que sus compañeros de banda, siendo «The Everlasting Gaze» la prueba de ello. El cover a U2, «Zoo Station» se alzaba cómo catedral frente al óptimo desempeño del conjunto.
El público que ya pasaba los treinta, con la cuenta regresiva ya activada hacia el cambio de folio, volvió a adolescer de forma colectiva en los primeros acordes de «Today«. La voz de Corgan le impregna la madurez de los años sin perder el timbre de nada. La perfecta sincronía y calidad de la banda se hacía notar en clásicos como «Tonight, Tonight«, sonando de manera tan prístina como si hubiera sido reproducida desde un compact disc.
«Ava Adore» y la emocionante «Disarm» se transformaban en uno de los tantos puntos altos de la velada. Y hablando de emoción, el momento acústico de Corgan con «Landslide«, original de Fleetwood Mac, llenaba de lágrimas a los fanáticos más netos. «Mayonaise» ponía sobre la mesa la intensidad pura y emocional de los noventas, que fue coronada con «Bullet With Butterfly Wings»
Sin lugar a dudas el show presentado por Corgan y compañía ha sido su mejor concierto a la fecha, se le notaba contento y simpático lo que le entregaba una mayor cercanía al público. Tanto así que contó la importancia del país para él, ya que fue aquí donde le avisaron que sería padre por primera vez, diciendo que su hijo es un poquitito chileno, causando gritos y aplausos por parte de los fanáticos.
El potente cierre junto a «Zero» y el conjunto abandonando el escenario sin demora, se daba el broche final a la presentación de los Pumpkins, mientras en las pantallas se confirmaba la edición 2025 del Fauna Otoño, para abril del próximo año.
Con una primera jornada cargada a la nostalgia finalizó Fauna Primavera, dejando la vara bien alta para lo que sería el segundo día del festival, que funcionó como reloj durante todo el día en la Ciudad Empresarial, pero con problemas nuevamente a la salida con el transporte colectivo, el gran punto negro del festival.