Por Diego Ramirez
Fotos Juan Kattan – @Kattan.ph
Bajo un día primaveral, ayer se vivió el esperado debut de Thy Art Is Murder, además de los previas de los porteños Loud y la apertura demoledora de Before Breathing. Estos últimos iniciaron los cañones a eso de las 20:00 hrs. mostrando material de su ep Eternal Shadows of Existence, entre otros temas de la agrupación de Rancagua.
Posterior llegó la presentación de Loud, banda de metalcore de Valparaíso, que era parte de la previa al evento principal, con un sonido frenético en búsqueda de apoyo e interacción por parte del público, con un resultado nulo. Algo que se mantiene a lo largo del show. Si bien había atención por parte de los oyentes, no había una conexión con la música propuesta a pesar de la insistencia de la banda en ello y de los aplausos caídos en cada final de canción.
El público impaciente por los cabecilla de cartel, apenas hubo señales de thy art is murder, se acercaron rápidamente recibiendolos con ímpetu. En cuanto al sonido, desde el comienzo estuvo bastante bueno: buena definición tanto por parte de los instrumentos y una claridad vocal impecable.
Make América Hate Again es donde comenzó el mosh pit fuerte a petición de la banda, manteniendo a un público en constante fervor, casi frenesí, porque de ahí en adelante no hubo respiro alguno a la brutalidad presentada por la banda: pidiendo palmas, ruido, gritos, saltos y mosh a lo largo de todo el espectáculo.
Holy War fue una muestra de virtuosidad en todo ámbito, dejando perplejo ante un sonido tan acabado, reflejado en los comentarios de la mayoría alrededor y bocas abiertas ante la voz desgarradora del vocalista.
The Purest Strain of Hate fue una constante invitación a hacer del momento una fiesta: insistieron en que estaban ahí para hacerlos pasar un buen momento y lo cumplieron.
Con Puppet Master tuvieron el clímax y fin de la presentación con un público a pesar de estar agotado por la exigencia de la banda, lo dejó todo coreando, saltando, mosheando, y con gente siendo cargada en olas.
El debut de la banda australiana realizó un show prolijo, pero que debido a su tan alto nivel y velocidad, dejaron a un público con ganas de más, que repasó material de su último disco Godlike (2023), además de canciones de sus otros discos Holy Wars, Hate y Dear Desolation.