Por Ignacio Bataller

Fotos por Rubén Gárate – Chargola Prod.

Death es, sin duda, una de las bandas más importantes en la historia del metal extremo. En nuestro país tuvimos el privilegio de verlos tocar antes del lamentable fallecimiento de su legendario líder, Chuck Schuldiner. Sin embargo, desde entonces, Death ha ganado una considerable cantidad de nuevos fanáticos que nunca tuvieron la oportunidad de experimentar su música en vivo.

Afortunadamente, el legado de Chuck y Death se mantiene vivo gracias a proyectos como Death to All, liderado por Gene Hoglan, que recientemente se presentó en la primera edición del Metal Beer Fest. Ahora, ese espíritu renace con Left to Die, una banda tributo de lujo que rinde homenaje a los icónicos discos Scream Bloody Gore y Leprosy.

Left to Die está conformada por músicos de gran trayectoria: Terry Butler, bajista que formó parte de Death y Obituary; Rick Rozz, guitarrista que integró Death y Massacre; Matt Harvey, guitarrista y vocalista conocido por su trabajo en Exhumed y Gruesome; y Gus Rios, baterista que participó en Gruesome y Malevolent Creation.

Con su gira Scream Bloody Leprosy, la banda llegó a nuestro país para ofrecer un espectáculo inolvidable. La jornada comenzó a las 18:00 horas con la apertura de puertas.

A las 19:10, comenzó todo bajo el alero de Coffin Birth, representando el death metal nacional con una propuesta contundente y perfectamente alineada con el espíritu del evento. Luego, a las 20:00, Dark Spell subió al escenario con su mezcla única de death y thrash metal, demostrando cómo ambos géneros pueden convivir brutalmente en armonía.

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La primera parte de esta extrema jornada cerró con Execrator, liderados por el legendario Alvaro Lillo. Con más de 30 años de trayectoria, dejaron claro por qué son una de las bandas más icónicas del death metal nacional. Finalmente, a las 22:10, Left to Die tomó el escenario para cerrar la noche con un espectáculo cargado de nostalgia y energía, reviviendo los clásicos que definieron una era del metal extremo.

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Con un setlist de 15 canciones, la banda ofreció casi una hora y veinte minutos de puro death metal, repasando algunos de los materiales más importantes de su historia. Temas como ‘Leprosy‘, ‘Infernal Death‘, ‘Open Casket‘, ‘Left to Die‘ y ‘Zombie Ritual‘ mantuvieron al teatro Cariola en constante movimiento y caos.

El público chileno demostró una conexión profunda con Death y su legado, cantando prácticamente cada canción presentada. Aunque Matt Harvey interactuó con la audiencia, la banda ejecutó los temas de manera continua, dejando pocos momentos de descanso hasta el final del espectáculo.

No se sintieron como un ‘supergrupo’, sino como una banda cohesionada que sabe lo que hace. Especial mención merece Matt, quien, con la difícil tarea de llenar los zapatos de Chuck en esta gira, y cerrando con temas como ´Pull the Plug´ e ´Evil Dead´ la banda, transportó verdaderamente al público a los años 90, una época en la que estos discos cambiaron para siempre el mundo del metal extremo.