Por Ignacio Bataller
Fotos por Guille Salazar – Lollapalooza CHile
La reunión de la formación original de Los Tres fue una de las noticias más impactantes de la escena nacional. Su regreso no solo los llevó a una exitosa gira por Chile, con múltiples fechas en el Movistar Arena y presentaciones en el extranjero, sino que también los posicionó nuevamente en los grandes escenarios.
Tras tocar ante un público masivo en el festival REC, la banda llegó a Lollapalooza con su tercera presentación y cerrar con broche de oro la primera etapa de su regreso. Desde el primer acorde, quedó claro que no solo se trataba de nostalgia, sino de una vigencia intacta.
Con su alineación original, se subieron al escenario frente a un público completamente entregado. Pocos artistas chilenos han alcanzado un lugar en un escenario principal y, aún menos, han sabido dominarlo con tanta solidez y conexión con la audiencia.
El repertorio fue infalible: clásicos que han acompañado a generaciones y que, a pesar de la magnitud del evento, lograron convertir el espectáculo en una experiencia casi íntima, como si fuera un show en un bar. Esa capacidad de hacer cercanos incluso los escenarios más grandes es pura maestría.
Canciones como «Hojas de Té«, «La Torre de Babel«, «Déjate Caer» y «Amor Violento» fueron parte de un setlist de 16 temas que recorrió toda su trayectoria, con un énfasis especial en el espíritu de revuelta que define su regreso. Aunque Álvaro tuvo algunas intervenciones, el punto más alto de la conexión con el público llegó cuando miles de voces corearon cada canción a todo pulmón, incluso las cuecas originalmente interpretadas por Roberto Parra. Ese detalle no solo aportó un matiz único, sino que también marcó un hito en esta edición del festival.
En una jornada donde la fiebre por Tool estaba en su punto máximo, Los Tres supieron diferenciarse y dejar su propia huella con un show cargado de historia, identidad y emoción.