Por Ignacio Bataller
Las bandas y artistas no suelen tener deudas con ciertos países, pero Tool y Chile son una excepción a esa regla. En 2019, fuimos el país que más escuchó a la banda tras el lanzamiento de su último disco, Fear Inoculum.
Desde mucho antes, se añoraba la visita de Maynard James Keenan y compañía, especialmente después de que en la edición 2013 del festival llegaran con sus otras dos bandas, A Perfect Circle y Puscifer. Esto solo aumentó la leyenda y los memes en internet sobre la esperada visita de la banda, que finalmente ocurrió el domingo 23.
A las 22:30 en punto, la larga espera de años terminó para muchos cuando Maynard James Keenan, Adam Jones, Justin Chancellor y Danny Carey subieron al escenario Cenco Malls. Durante una hora y media y a lo largo de nueve canciones, llevaron al público en un viaje inolvidable, dejando una huella imborrable en los corazones de quienes estuvieron allí.
Algo distintivo de los shows de Tool, especialmente en festivales, es el uso de las pantallas gigantes a su favor. En lugar de enfocarse en la banda, las proyecciones están dominadas por visuales y arte, ya sea de sus portadas o videoclips, reforzando el aura de misterio que los ha acompañado a lo largo de su carrera. Este enfoque eleva la experiencia a otro nivel, donde la música es la verdadera protagonista.
Para su debut en nuestro país, Tool seleccionó un setlist de 11 canciones: Jambi, Stinkfist, Fear Inoculum, Rosetta Stoned, Pneuma, The Grudge, Parabol/Parabola, Schism, Ænema y Vicarious. Con su característico estilo de composiciones extensas, la banda aprovechó al máximo la hora y media de show.
Aunque en el papel o incluso en vivo pudiera parecer breve, Maynard y compañía lograron recorrer gran parte de su historia musical. Un viaje de 11 capítulos que dejó a muchos satisfechos y a la mayoría con ganas de más.
Desde el inicio, el show fue fiel a la esencia de Tool, manteniéndose dentro del estándar que tanto la banda como sus seguidores han construido a lo largo de los años. Como era de esperar, el set pasó en un suspiro y dejó la sensación de haber sido demasiado corto, algo que el grupo conoce bien.
Por eso, la decisión de realizar un sideshow este martes en el Movistar Arena busca dar una experiencia aún más completa. Sin embargo, su debut en Lollapalooza tenía otro propósito: atraer a quienes quizás no los conocían y convertirlos en fieles seguidores de esta religión llamada Tool. Y en ese sentido, lograron el cometido con éxito.