Por Bayron Ríos
Foto por Guille Salazar – Lotus Prod.
El octavo show de Incubus en territorio nacional trajo consigo un nuevo matiz en la historia que mantiene la banda con el país. Tras el hito que fue su presentación en el Festival de Viña en el verano pasado, el vinculo con Chile se fortaleció aun más por lo que el show triple en donde repasarán de forma íntegra su álbum “Morning View” (2001), viene a confirmar el fuerte lazo del conjunto y su fanaticada local. Y lo que se vivió ayer en la primera de estas tres noches es el resultado mismo de esta ligación.
A pesar que esta primera fecha se confirmó “muy encima” del show, el Movistar Arena fácilmente llegó a un 95% de capacidad, manteniendo unos pocos claros en platea baja y en el sector de cancha vip. Y mientras el recinto de Parque O’Higgins se iba llenando paulatinamente, llegaba el momento del acto de apertura que para la ocasión estuvo a cargo de Los Tetas. La clásica banda nacional, esta vez con una reformulada versión con C-Funk y Rulo a cargo del buque encendieron con una breve pero certera presentación. Repasando hits como “Porcel”, «La Medicina”, “Hormigas Planas”, “Corazón de Sandía”, “Papi, ¿dónde está el funk?” y “Cha Cha Cha”, estos nuevos Tetas logran rearmarse de correcta manera con el apoyo de bronces y teclados, pero la innegable ausencia de Tea Time pesa, más aún cuando quitan sus secciones de cuajo en las canciones.
El plato principal de la noche se dejó esperar por un momento. Con un inicio pactado a las 21 horas, Incubus dejó pasar los minutos acrecentando la ansiedad de los fanáticos que entre tímidas pifias y vítores de aliento aguantaban los nervios previos al comienzo del show.
Tras 15 minutos de espera, finalmente las luces se apagaron mientras la banda tomaba posiciones sobre el escenario para iniciar todo de forma poderosa junto a “Nice To Know You”, seguida de “Circles” y “Wish You Were Here”. Un comienzo demoledor que dejó en claro el nivel de calidad del conjunto, sonando de manera perfecta en cada nota.
Repasando en orden, de principio a fin el seminal álbum de Incubus, llegaba el turno de “Just a Phase” con Dj Kilmore robándose la película mientras un hipnótico juego de láser hacia lo suyo. Uno de los momentos de la noche llegaba con una acústica versión de “Blood on the Ground”, con un Movistar coreando por completo la canción, para luego coronar con “Mexico” mientras Brandon Boyd y Mike Einziger se sentaban a la orilla del escenario a interpretarla.
“Warning”, otra de las favoritas del público encendía nuevamente los ánimos. Mientras que en “Echo”, la gran estrella de la velada Nicole Row en bajo, agregaba su dulce voz a los coros, formando una armónica sonoridad junto a Boyd. Otro momento de clásicos incombustibles llegaba con “Are You In?», que se mimetizaba con el Phill imborrable de “In The Air Tonight”, logrando una atmósfera cautivante.
El repaso del disco llegaba a su fin con la etérea “Aqueous Transmission”, que tuvo que interrumpirse abruptamente ya que la pipa china de Einziger dejó de sonar y se tuvo que retomar desde el principio, esta vez con guitarra eléctrica y que le sumó un nuevo aire al asunto.
Tras unas palabras de agradecimiento y un par de chistes por el paso del tiempo y una portada de baja calidad por parte de Brandon, el quinteto no tomó descanso por un encore y se lanzó de lleno con la segunda patita del concierto, esta vez a cargo de una fina selección de hits. Iniciando el breve repaso con “Ana Molly”, desatando la locura en todo el recinto. “The Warmth” ponía en trance a todo el público, mientras que “Vitamin” se acoplaba con una hipnotizante rendición a “Glory Box” de Portishead.
El cierre total del concierto llegaba con “Pardon Me”, para luego bajar las revoluciones con “Drive” finalizando tranquilamente la hora y 45 minutos que duró el concierto. Incubus se mantiene en óptimo estado y lo pudimos apreciar de lleno en este concierto; los que no pudimos estar presentes en la Quinta Vergara y vimos el show por televisión, quedamos con un gusto un tanto amargo por la mezcla que le dieron a la banda en la transmisión, pero verlos en vivo es otra cosa. Brandon Boyd con una calidad prístina vocalmente, Nicole Row acaparando todas las miradas, mientras que Einziger, Dj Kilmore y José Pasillas haciendo lo correcto en todo momento, conjugaron una noche mágica para todos los fanáticos de la banda. Situación que se repetirá en dos presentaciones completamente agotadas y que seguirán fortaleciendo la unión entre los fans e Incubus.