Por Ignacio Bataller
Imágenes de Francisco Aguilera – Spider Prod.
La espera ha llegado a su fin: Sodom regresa a nuestro país con una gira que conmemora sus impresionantes 40 años de carrera. Esta noche solo puede describirse como una auténtica celebración del thrash, death y black metal.
Un concierto que inicialmente contaba solo con Sodom y dos teloneros en el Teatro Cariola se convirtió en una celebración épica al cambiar al Teatro Coliseo y sumar invitados como a Sinister.
Exactamente a las 17:50 horas, se abrieron las puertas del Teatro Coliseo para dar la bienvenida a los numerosos fans que habían llegado temprano en el día. La fiesta comenzó a las 18:20 con la actuación de Luctus Hydra, una banda nacional de black metal que contribuyó a calentar motores y a hacer que el Teatro cobrara vida.
A las 19:00 horas, comenzó su actuación la segunda banda nacional de la noche, Dekapited, quienes dejaron en claro el renombre del thrash nacional. Su presentación estuvo marcada por riffs desenfrenados y una gran dosis de energía, lo que concluyó de manera destacada la primera parte de la velada.
A las 20:00 horas en punto, Sinister se apoderó del escenario del teatro en lo que sería recordado como uno de los sets más intensos que jamás haya presenciado ese recinto. Su brutal actuación de death metal tenía un único propósito: hacer temblar el suelo del Teatro Coliseo. A pesar de ciertos momentos en los que el sonido parecía un poco saturado, el desempeño de la banda fue impecable. El concierto en sí pareció pasar volando, dejando a cada espectador listo para la actuación principal.
A las 21:30 horas, después de una larga espera, Sodom finalmente regresó a un escenario nacional con una actitud festiva desde el primer segundo. Su líder, Tom Angelripper, mostró un evidente entusiasmo a lo largo de toda la velada debido a la cálida acogida que la banda recibió por parte de los asistentes.
El público coreó y se movió durante toda la noche, desde canciones como ‘Agent Orange‘ y ‘Remember the Fallen‘ hasta ‘M16‘ e incluso su cover de ‘Surfin’ Bird‘. Cada tema fue ovacionado, cada uno generó un mosh y fue celebrado con entusiasmo.
Considero que el propósito de la noche se logró plenamente: celebrar 40 años de historia de una de las bandas más influyentes del thrash a nivel mundial. El concierto, que se extendió durante casi dos horas, resultó ser simplemente impresionante.