Por Bayron Ríos
Fotos por Fabián Mangili
Ad portas de llegar al cénit de las fiestas patrias, los adornos tricolores se cambiaron por cadenas, calaveras y ropa de cuero negra para darle la bienvenida a Cradle of Filth, en su quinta visita al país. Comandados por Dani Filth, el sexteto pisó nuevamente el Centro de Eventos Blondie para entregar un show demoledor ante un público hipnotizado con la brutalidad de la banda.
La jornada comenzaba temprano con la participación del conjunto 8 Kalacas, los californianos con raíces mexicanas presentaron una propuesta bastante interesante pero diametralmente opuesta al estilo que cultiva Filth y compañía, ergo también el público. Con una mezcla de ska y hardcore, los norteamericanos entregaron un show redondo, cargado a lo gutural en la voz de Getse, con un buen trabajo en batería por parte de Adam y con la sólida performance en la trompeta y trombón, gracias a Choriz y Gio respectivamente.
Sin embargo, a lo largo del show fueron recibidos con un sepulcral respeto por parte de los asistentes, entregando aplausos y vítores cuando correspondía. Aunque claramente no eran el acto de apertura idóneo para la ocasión, el septeto demostró con calidad y profesionalismo sus veinte años que llevan a cuestas, con un set breve, conciso y directo.
Una vez finalizado el show de los norteamericanos, la presión del público por ver a Cradle se hacía latente, en una Blondie completamente sold out. Cuando eran las 20:35 hrs, las luces se apagaron desatando los aullidos de las criaturas de la noche al son de la instrumental “The Fate of the World”, mientras los integrantes marcaban presencia arriba del escenario hasta la llegada del legendario Dani Filth, iniciando la ceremonia con “Existencial Terror”.
El mosh no se hizo esperar y la locura se sentía a tope en cancha, la clásica “Cruelty Brought Thee Orchids” tomó posición de favorita de muchos de los asistentes, siendo una de las más celebradas junto a la brutal “The Principle of Evil Made Flesh”.
“The Twisted Nails of Faith” colocaba la pizca de tranquilidad, por así llamarle; “Lilith Immaculate” era dedicada a todas las féminas del lugar, en palabras del propio Filth. En “Nymphetamine (fix)”, Dani compartía roles junto a Zoe Marie Federoff, encargada de construir el ambiente oscuro en teclados y de las voces líricas en algunas canciones. El descontrol se tomaba nuevamente el pit con “Dusk and Her Embrace”, cerrando así la primera parte del show con el conjunto abandonando rápidamente el escenario.
Un par de minutos después la banda regresaba por el segmento final del concierto, con las potentes “Gilded Cunt” y “Born in a Burial Gown”. La energía se encontraba a tope por parte del público y la banda en “Her Ghost in The Fog”, una las más esperadas de la velada; el broche de oro para la jornada llegó con “From The Cradle to Enslave”, cerrando así una noche potente y brutal para los fanáticos del sonido más extremo, con un Dani Filth en su punto y con una banda que logra encapsular la propuesta del británico. Aunque él sea el único miembro original de esta historia, la figura legendaria de Cradle of Filth sigue más viva que nunca entre las criaturas de la noche que habitan en esta desoladora larga y angosta faja de tierra.