Por Bayron Ríos

Fotos por Juan Kattan (kattan.ph), Rodrigo Lagos (@rodrigolagos_c) y Fauna Primavera.

Un infernal clima, sectores de poca sombra, sed, hambre, caos en la salida, pero por sobre todo buena música fueron los elementos que marcaron la versión número 10 del clásico festival Fauna Primavera, quienes de forma única se asociaron junto a la productora Lotus para entregarnos una suerte de premio de consuelo frente a lo que está sucediendo en Argentina con una nueva versión del Primavera Sound.

Aunque en el papel luzca como despectivo, de consuelo no tuvo nada este festival, ya que pudimos presenciar en vivo a dos leyendas vivientes del pop británico como lo es Blur y Pulp, nombres insignes dentro de la escena mundial y que llegaron en un alto momento en esta etapa de sus carreras. Los de Damon Albarn regresando con el alabado “The Ballad of Darren” (2023) luego de siete años de hiatus, mientras que Jarvis Cocker y compañía levantando el vuelo tras el lamentable fallecimiento de su bajista Steve Mackey. Además, el festival se nutrió de una balanceada parrilla que incluyó certeros nombres como Weyes Blood, Róisín Murphy, Bandalos Chinos, entre otros.

 

DÍA 1

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La primera jornada comenzó en pleno horario laboral para muchos, y los primeros en amenizar el festival fueron los nacionales Andrés Nusser y Rubio, proyecto de la siempre inquieta Fran Straube. Por un lado, el ex Astro regresaba a los escenarios luego de extenso periodo de silencio en donde fue macerando esta nueva faceta musical en el artista. Con canciones de corte más íntimo e introspectivo, alejado del frenesí que mostraba en su extinta banda, Nusser se movió por un mood más melancólico y hasta incluyó un cover a “Cayendo” de Frank Ocean. Si bien al momento de realizar su show contó con poco público presente, teniendo en cuenta la hora en que se presentó, el acotado concierto sirvió de presentación en esta nueva etapa del músico y que de seguro cosechará músico más éxitos.

Rubio Fauna Primavera 9
Juan Kattan – Ruta Rock

Por su parte, Fran Straube sumó un nuevo escalón en la consolidación de su proyecto Rubio. Actualmente radicada en México y con importantes logros en su espalda, la artista se presentó con su compañero Lego Moustache, otro ex Astro presente en el festival, a repasar sus grandes éxitos y parte de su recién estrenado “Venus & Blue” (2023). Entre samplers, voces distorsionadas, sintetizadores y el marcado beat de Lego en la batería, Straube se paseaba entre un dembow alternativo en cortes como “Kintsugi” o en la clásica “Hacia el Fondo”. La experimental “Tu Olor” expandía una atmósfera oscura y bailable, coronada por el efectivo uso del autotune y la bailable “Montaña Rusa”. Hacía el final de la presentación, Straube lanza un “aguante el autotune”, frase no antojadiza ya que es parte fundamental de este proyecto que la música ha sabido trabajar de forma constante, logrando edificar una verdadera mole musical en donde la electrónica es el factor que cohesiona todas las aristas de esta inquieta artista. Uno de los puntos mejor logrados del día.

Weyes Blood Fauna Primavera 27
Juan Kattan – Ruta Rock

Luego de la presentación de los nacionales, llegaría el turno del primer número internacional del festival y llegó de la mano con la esperadísima Weyes Blood. Nacida bajo el nombre de Natalie Mering, la californiana entregó un show hipnótico que no dejó indiferente a los fanáticos que esperaban este debut soñado de la artista. Enfundada en un elegante vestido blanco, Natalie repasó mayormente tracks de los dos álbumes que la pusieron en el radar, sonando así la etérea “Andromeda”, uno de sus grandes hits, la exquisita “Everyday” de factura ligada más al pop barroco y con la propia Mering tocando el piano. En una hora de presentación, el gran final llegó con “Movies” y con un emotivo montaje de escenas de películas que asomaban rápidamente dándole la impronta épica a la canción, tan alucinante como si fuera el viaje final del doctor David Bowman. Lanzando rosas hacia el público a modo de despedida, Weyes Blood conquistó el corazón de todos los presentes en este soñado debut.

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La primera jornada del festival estuvo liderada por las féminas y Warpaint fue uno de sus puntos fuertes. El combo estadounidense formado por Jenny Lindberg, Emily Kokal, Theresa Wayman y Stella Mozgawa entregaron un show contundente en su cuarta visita al país, estrechando su vínculo con una fanaticada no menor y sorprendiendo gratamente al público que nos las conocía. Coqueteando con bases electrónicas fundidas en un rock alternativo, las chicas dieron gala de sus armonías vocales en “Champion” a cortes más sofisticados como “Keep It Healthy” o la juguetona “Disco//Very”, con la que dieron punto final a su show. Lo de Lindberg y compañía es sinónimo de calidad y un excelente número festivalero.

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Y si hablamos de números festivaleros, lo de Róisín Murphy es determinante en lo que respecta al sentido de un festival, la ex Moloko dictó cátedra en cuanto a cómo se debe armar una fiesta, armando un balance perfecto entre la electrónica y el funk. Con seis minutos de retraso en su inicio, y cuando el sol ya comenzaba a esconderse y una enorme luna creciente se asomaba, la histriónica Murphy se lanzó con todo en “Can’t Replicate”, en donde la repetición propia del groove del techno sumió en un trance colectivo a todos los presentes en el Vans Stage. La clásica “Overpowered” dejó a todo el público arriba, mientras estos tomaban distancia para lanzar sus mejores pasos de baile. También hubo espacio para las canciones más insignes de su ex banda madre, como lo son “The Time is Now” y “Sing It Back”, Róisín Murphy se coronó como la reina indiscutida de la noche y en el segundo mejor show de la velada.

Blur Fauna Primavera 66
Juan Kattan – Ruta Rock

El plato fuerte llegaba con el regreso de Blur a tierras nacionales tras ocho años de ausencia, pero el tiempo de espera fue recompensado con creces por parte de los ingleses. Un mar de gente apostados en el Banco de Chile Stage recibía los primeros acordes de “The Ballad” y “St. Charles Square”, canciones extraídas de su última placa y con un Damon Albarn en lentes oscuros recibiendo todo el cariño de la gente; la siempre afilada guitarra de Graham Coxon se hacía notar en “Popscene”, corte clásico dentro de la discografía de los británicos. La banda sonó mejor que nunca en todo momento, mostrándose muy cohesionados, como si nunca hubiesen dejado de tocar juntos y prueba de ello fue “Beetlebum”, primer batatazo masivo que puso a corear a toda la Ciudad Empresarial.

Los ingleses se movieron por todas las facetas de su discografía, pasaron por cortes profundos como “Trouble in The Message Center”, “Come Together” y “Sing” a himnos como “Country House”, «Coffee &TV” y la tremenda “This is a Low”, además de repasar un buen número de canciones de su más reciente álbum editado. Fueron 25 canciones en dos horas de un impecable show, en la presentación más completa, redondita que ha tenido la agrupación en nuestro país, un verdadero lujo.

Lo que no fue un lujo ocurrió una vez finalizada la primera fecha del festival y hablamos de la caótica salida desde Ciudad Empresarial, en donde los tacos, la falta de información respecto a paraderos y la poca flota de buses de apoyo empañó parte de lo que debe ser una experiencia familiar y acogedora. Fueron angustiantes minutos, incluso hasta horas para muchos de los asistentes que quedaron a la deriva en un lugar tan alejado y a trasmano como lo es Ciudad Empresarial.

 

DÍA 2

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Siguiendo la tónica del día anterior, el clima fue el peor enemigo del festival. El calor fue implacable, sumado a la nula presencia de sectores de sombra en el lugar, amainaron los ánimos de poder presenciar toda la parrilla del segundo día del festival; aun así, los que abrieron la jornada fue el ensamble nacional de Como Asesinar a Felipes ante un reducido número de aguerridos espectadores. Temas como “La Puerta no se Abre Sola”, “III” y “Disparan” fueron la energía necesaria para sobrevivir desde temprano al festival.

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Haciendo honor al clima, el segundo número de la jornada estuvo a cargo del dúo suizo-ecuatoriano de Hermanos Gutiérrez, con un rock emparentado hacia el lado más country, etéreo y folk. Instrumentales introspectivos de guitarras, bongós y lapsteel y de un imaginario desértico, la dupla logró conectar rápidamente con el público con canciones como “3 Hermanos” y “El Desierto”, en una propuesta que escapa de lo cotidiano pero que es muy habitual dentro de la curatoría de Fauna.

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Luego de la psicodélica presentación de Nick Hakim, llegó el turno de los siempre certeros Bandalos chinos y es que los argentinos se han vuelto rápidamente en un número obligado en el país, gracias a su gran calidad como músicos. “Mi Fiesta” y “Paranoia Pop” marcaban el tenor durante los primeros minutos de su presentación, mientras que “Súper V” y “El Club de la Montaña” traían a colación las mejores canciones de esa joya titulada “Bach” (2018). Goyo Degano se mueve por todo el escenario: se ríe, baila, salta, gozó cada momento como si fuera un niño durante todo el show, siendo “Una Propuesta” uno de los puntos destacados en la hora que estuvieron sobre el escenario. Aunque tuvieron un pequeño percance con el saxo en “Tu Órbita”, esto no empañó en lo absoluto a uno de los highlights del día domingo.

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La tarde avanzaba y el sol seguía pegando fuerte, pero gracias a Molchat Doma pudimos sentir un poco de alivio en la sombra y oscuridad europea que el trío generó gracias al rótulo de “post-punk ruso”. Cultores de este revival del género y maximizado por redes sociales y al uso de memes, Molchat Doma aterrizó en el momento justo de la jornada, con una presentación pulcra marcada por las atmosféricas capas en la guitarra con chorus y el bajo de 5 cuerdas que acompañaban a la grave voz de Egor Shkutko. Un show que recorrió el cold y dark wave y que tuvo hasta una sección bien electrónica y que fue coronada por “Sudno”, broche de oro para un grupo nacido desde las profundidades del internet.

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Mientras The Blessed Madonna entregaba un latero y desabrido dj set en el Vans Stage, el escenario contrario se llenaba de fanáticos para presenciar a los argentinos Babasónicos y es que la banda de Adrián Dárgelos se sabe por libro el manual de festivales y entregaron un show sólido cargado de hits que han cosechado a lo largo de sus tres décadas de trabajo. Con “Trinchera” (2022) como su último trabajo de estudio, repasaron de este “Mimos son Mimos” y “Paradoja” durante los primeros minutos del concierto, “¿Y qué? Junto a “Microdancing” fueron la bencina para el público que alcanzó la catarsis en cosa de minutos. Sonaron neo clásicos como “Vampi” y “La Lanza” a monumentos como “Carismático” y “Yegua”, en un show que dejó el hype bien arriba, a la espera del gran cabeza de cartel.

Al igual que The Blessed Madonna, WhoMadeWho entregaba un descafeinado show con la salvedad que fue un live con máquinas e instrumentos y no un pendrive. Punto para los daneses.

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Una vez finalizado ese paréntesis, todas las miradas se volcaron hacia el Banco de Chile Stage, pues era el momento estelar de la noche con Pulp. Once años exactos desde su última presentación en el país, los de Sheffield entregaron un show emotivo y perfecto, donde repasaron sus grandes éxitos y un par de cortes solo para entendidos. La velada comenzó de golpe con “I Spy” y “Disco 2000”, dos canciones brutales que perfectamente pueden servir como cierre de show, la primera gran sorpresa llegó con “Joyriders”, extraída del “His ‘n’ Hers” (1994), apta solo para los fanáticos más acérrimos.

La cualidad de crooner de Cocker se sigue manteniendo intacta, con esa chispa sensual, atrevida y picante tal como hace más de 40 años. “Pink Glove” fue un momento de ensueño para lo fanáticos, mientras Jarvis le lanzaba dulces al público antes de iniciar la canción. “Weeds” y “Weeds II” llamaban a la calma y contemplación, para luego arremeter con el bombazo que es “F.E.E.L.I.N.G.C.A.L.L.E.D.L.O.V.E.” y “Sorted for E’s & Wizz”.

La apoteósica “This is Hardcore” marcaba el break previo al momento en que la banda recordó al fallecido Steve Mackey, con imágenes del conjunto visitando la montaña en su primera visita al país, para luego dedicarle “Do You Remember The First Time?”, una de las postales más emotivas de todo el festival.

Babies” y “Sunrise”, con la silueta de Jarvis bailando mientras el sol se ponía en las visuales cerraba la primera parte de la presentación. “Like a Friend” se servía como un caramelo para los más fanáticos, mientras que la fuerza y emocionalidad de “Underwear” terminaba por quebrar a más de un fanático en Ciudad Empresarial. Ya con el final encima, la rabia, frenesí, alegría que provoca “Common People” servía de broche de oro para un show simplemente perfecto, en el que tan solo hora y media cumplió todas las expectativas de este tan ansiado y esperado regreso. ¿Pudo haber sido 2 horas como el show de Blur? Sí, pero ponerse a alegar por eso ya es de lleno, porque de lo bueno, poco.

Al igual que la jornada anterior, el caos se repitió a la salida en uno de los puntos a mejorar si para la próxima versión se planea hacer en Ciudad Empresarial. De misma forma se tiene que ver el tema de la sombra y el clima, claramente no se puede combatir a la naturaleza, pero se puede aplacar el impacto con zonas de descanso que cubran el sol y añadir más puntos de hidratación. Otro punto negativo por parte de la producción fue la nula presencia de alimentos en sala de prensa, inconcebible que no den un plato de comida o siquiera un snack para colegas fotógrafos y periodistas que estamos más de ocho horas presentes cubriendo el evento, una total falta de respeto hacia el gremio.

Esta décima versión del festival cumplió con creces toda las expectativas a pesar del alto precio de los tickets y de los puntos indicados anteriormente, en lo musical fue todo un lujo contar con la presencia de Blur y Pulp como cabezas de cartel y con una parrilla media que funcionó de forma correcta, balanceando dos jornadas con los mejor de la música nacional e internacional.