Por Ignacio Bataller
Fotos por Juan Kattan – @kattan.ph
Ha pasado tanto tiempo que la gente tiende a olvidar que The Offspring fue la última banda en ofrecer un concierto masivo, en marzo de 2020 en el Movistar Arena, justo cuando la pandemia golpeó nuestro país. El propio Dexter Holland lo anunció por el micrófono, sugiriendo que ese probablemente sería el último espectáculo masivo en el continente durante mucho tiempo, y así fue.
Por eso, lo que sucedió en el Cenco Malls Stage a las 18:30 horas fue un reencuentro esperado y necesario entre la banda y el público nacional. Tuvieron que pasar 4 años para que regresaran, y lo hicieron con un nuevo disco bajo el brazo, en el marco de un festival grande como Lollapalooza. Todo estaba listo para que fuera un set memorable.
Calificarlo como uno de los sets más intensos del día parece ser un eufemismo, desde las primeras notas de la primera canción «Come Out And Play», la multitud ansiosa que aguardaba en el escenario Cenco Mall simplemente enloqueció. Instantáneamente se formaron tumultos y la banda percibió esa energía emanada del público, alimentándose de ella para su actuación.
Dado que se trata de un espectáculo de festival, el setlist suele ser más breve, pero con una banda como The Offspring, la dinámica cambia notablemente. El repertorio queda automáticamente cargado de sus éxitos clásicos, con solo un breve espacio reservado para un par de canciones de su último disco.
Aunque más breve, este setlist se asemeja al de un espectáculo en el Movistar Arena, con la excepción de las canciones nuevas. Siento que esta presentación en Lollapalooza fue una especie de redención entre la banda y la audiencia chilena, que los recordaba únicamente por ser el último concierto masivo en el fin del mundo.