Por Diego Ramírez

Fotos por Miguel Fuentes – The Fanlab

El espectáculo llevado a cabo la noche del 13 de marzo nos entregó una muestra potente del sonido de la banda italiana Lacuna Coil en su gira Sleepless Empire Tour 2025 tocando en el Teatro Coliseo su último lanzamiento, cuyo nombre da título a su gira (Sleepless Empire).

Trajo al espacio una demostración impecable de metal gótico, metal alternativo y algo de metalcore, reflejado todo ello en sus sencillos «Oxygen«, «In the Mean Time» y «Never Dawn«.

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Todo comenzó con los nacionales Kiepja, entregando en el escenario una propuesta interesante, mezclando sonidos pesados con influencias un tanto andinas, nórdicas y coros melódicos ambientales. Si bien el ritmo te invitaba un poco a cabecear, el público estuvo más atento para explotar con aplausos al final de cada canción.

Acercándose a la hora de Lacuna Coil, la gente ya mostraba impaciencia mediante silbidos y gritos. El teatro no estaba repleto, aunque faltaba poco para ello. Sin embargo el anhelo y entusiasmo del público hizo que lo pareciera.

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Apenas comenzó la ambientación, el público gritó eufórico y lo hizo aún más cuando salieron los integrantes. Al ver el entusiasmo de los asistentes, comenzaron de inmediato las interacciones. Ya el descontrol se desató al salir Andrea Ferro y sobre todo cuando apareció Cristina Scabbia, los vocalistas, dando paso a los primeros riffs.

Actitud desenfrenada que se mantuvo a lo largo del show y en cada una de sus canciones, con constantes interacciones desde los integrantes de la banda (mover las manos en el aire, saltar, gritar, aplaudir, hasta globos cayeron del cielo para dar ambiente una locura!) , así como gritos espontáneos del público, no dejando caber en duda que era todo un espectáculo.

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Y es algo por completo a destacar, puesto que desde «Reckless», su segundo tema, los tenían a todos coreando mientras daban la mano a su público y posaban para fotos.

Después de sus dos primeras canciones se tomaron una pausa para agradecer la convocatoria y la energía para pasar a anunciar unas de sus nuevas canciones «Hosting The Shadow«. A pesar de ser una de una de sus nuevas creaciones, mucho de su público la conocía y la siguieron como si fuese alguna de sus canciones icónicas.

La calidad vocal se mantuvo impecable con liricos y guturales limpios y definidos. No sé si se puede decir lo mismo de los instrumentos, que si bien se alcanzaban a notar, no se alcanzaban a distinguir bien, salvo la batería, y exceptuando momentos instrumentales y solos por parte de la guitarra. Hubo un par de ocasiones que se presentó un pequeño desperfecto en medio de dos de sus canciones, con un chirrido al momento de mezclar los liricos con guturales, lo que provocó una que otra pifia al sonidista. Esto se solventó prontamente, con un público que respondió cantando aún más fuerte la letra y las gestiones en sonido.

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Existieron decenas de veces en las que el público estaba en un constante headbanding, inmersos en el sonido de la banda, respondiendo de sobremanera a cada petición de Cristina.

La vocalista se tomó un momento para agradecer una vez más la asistencia y por haberlos escogido, prometieron un show que los dejaría a todos sin voz al retornar a casa. Ahí dieron paso a su versión de «Enjoy the Silence» de Depeche Mode, invitando a cantar a todo el teatro el coro, creando una atmósfera de conexión latente entre juegos y risas.

Tras finalizar su acto, con una calidad vocal impresionante, el público con ganas de más, no esperó ni un segundo para pedir que la banda volviese a salir a interpretar más de sus canciones mediante gritos, cánticos y coreo del nombre de la vocalista. Pasaron unos cuantos minutos de ello antes de que la banda volviese a salir, a pesar de que se presagiaba su retorno al escenario.

Tal como entraron y a lo largo de todo el show, al volver recibieron nuevamente una ovación para continuar con un headbanding masivo. Su segunda canción tras la pausa fue «Gravity», dando a paso aplausos al son de ritmos espontáneos. Antes de su cuarta canción, invitó a los asistentes a gritar en conjunto «We Fear Nothing» repetidas veces, para finalizar su espectáculo con «Nothing Stands in Our Way».

Se quedaron a la ovación final, dieron las gracias con más de una reverencia, se sacaron fotos con el público, tiraron uñetas, baquetas, su setlist al público y se marcharon entre aplausos.