Por Andrés Cornejo

Fotos de Francisco Medina – Lollapalooza Chile

Tras 8 años de su última visita al país y desde el lanzamiento de su último trabajo de estudio, Mark Foster y compañía rompieron el silencio y volvieron a los escenarios con su más reciente disco, «Paradise State of Mind«, el cual reafirma su posición en el pop rock como una banda que recupera su ritmo con irresistibles melodías.

Siendo una banda clásica del festival, habiéndose presentado en 2012 y 2015, les correspondió ser una de las cartas más altas del día sábado, presentándose en el escenario principal Cenco Malls, donde se reencontraron con un mar de fanáticos dispuestos a bailar tan pronto sonara la primera nota.

Y así fue en “Helena Beat” que el Parque Bicentenario de Cerrillos se transformó en una pista de baile, totalmente rendidos a los sintetizadores que traían la nostalgia de los años 2010. Aunque fuera un show promocional de su último disco, Foster the People tocó solamente dos temas del LP: “A Diamond to Be Born” y “Lost in Space”, y se enfocó de lleno en su obra maestra “Torches del 2011.

Frente al mayor público que han tenido en nuestro país, siguió alimentando la nostalgia con “Houdini” y “Call It What You Want”, sonando perfectamente y con la poderosa voz de Mark Foster, que no ha envejecido para nada. Luego, las cosas se pusieron intensas con “A Beginner’s Guide to Destroying the Moon” y “Don’t Stop (Color on the Walls)”, acompañadas de visuales psicodélicas, una muralla de sintetizadores y guitarras rockeras.

Para despedirse, no podía faltar su tema número uno, “Pumped Up Kicks”, donde Mark usó la pasarela del Cenco Mall Stage para cantarla a todo pulmón, cerca de sus fanáticos. La favorita de muchos, que significó un coro ruidoso por todo el Parque Bicentenario.

El show más grande que ha tenido Foster the People, y estamos seguros de que seguirán creciendo, llenando más espacios con nuevos éxitos. La nostalgia de “Torches” se hizo presente en un show para las masas, donde probablemente en su sideshow cambió el setlist.