Por Ignacio Bataller
El último día de la edición 2025 de Lollapalooza transcurrió sin contratiempos, con todo funcionando a la perfección. Sin embargo, desde temprano, incluso antes de la apertura de puertas, se percibía una ansiedad poco común en el festival. Quizás algo similar ocurrió el año pasado con Blink-182, pero esta vez la expectativa fue aún mayor. Aunque todos los artistas y bandas de la jornada ofrecieron presentaciones impecables, para la gran mayoría, la verdadera cita era con Tool.
Sin embargo, la jornada mantuvo el nivel de los dos días anteriores con la participación de artistas destacados como Chances, Candelabro y Killua97. Chances inició la música en el escenario Banco de Chile con su sonido extremo y pesado, un estilo quizás inesperado en un festival como Lollapalooza pero recibido con entusiasmo.
Bajo el intenso sol que cubría cada rincón del Parque Cerrillos, el entusiasmo no decayó en ningún momento, reflejándose en los rostros de quienes lucían orgullosos su polera de Tool. La música siguió con una variedad de sonidos a cargo de artistas como Turf, Cancamusa en su faceta solista, Lucybell, los esperados Inhaler, Artemas y Micro TDH, una combinación que enriqueció la jornada y atrajo a un público diverso.
Las atracciones, juegos y puestos de comida funcionaron sin inconvenientes, reforzando la transformación que el festival ha experimentado en los últimos años. Ya no es solo un evento musical, sino una experiencia completa donde la música en vivo sigue siendo el eje principal, pero acompañada de mucho más. Poco a poco, se acerca al nivel de su versión original en Chicago y de otros grandes festivales como Coachella y Glastonbury. Solo falta un impulso en la fuerza de los carteles para completar esta evolución.
Antes del cierre, artistas como Tate McRae, Wave to Earth, Los Tres, Shawn Mendes y Sepultura se adueñaron de los escenarios con presentaciones de primer nivel. A pesar de la variedad de géneros y de los setlists más ajustados propios de un festival, el impacto fue innegable. Cada público, reunido en su respectivo espacio, vibró con espectáculos que no dejaron indiferente a nadie.
Finalmente, llegó uno de los momentos más esperados en tres décadas: Tool subió al escenario Cenco Malls para cerrar la edición 2025 del festival. Aunque en el papel, más allá de su presencia, el cartel no parecía tan llamativo, la ejecución demostró lo contrario. Fue un lineup de primer nivel, con actos a la altura y propuestas que atrajeron a distintos públicos. Lo más valioso, sin embargo, fue la fusión de audiencias, un elemento clave en la esencia de Lollapalooza Chile.