Por Andrés Cornejo
Hace 25 años, The Exploited aterrizó por primera vez en Chile, desatando el caos y la potencia de su música en el entonces Teatro Monumental, y dando inicio a una relación intensa con el público local. Anoche, en ese mismo escenario —hoy Teatro Caupolicán— la banda se despidió para siempre del país, reuniendo a sus fieles fanáticos y a nuevas generaciones que vivieron una noche cargada de historia, furia y despedida.
La despedida tenía que ser a lo grande, por lo que los invitados de lujo —Gordom (Chile) y Moratory (Rusia)— encendieron la mecha desde temprano, desplegando una energía arrolladora con temas pesados que rozaban el post-hardcore, provocando los primeros mosh de la jornada.
Y la mejor forma de comenzar una despedida no podía ser otra que arrancar de lleno con la intensa <<Let’s Start a War (Said Maggie One Day)>>, desatando un torbellino de personas en la cancha y una avalancha que ingresaba a la fuerza al recinto. La locura ya estaba desatada, y ante ese nivel de caos solo quedaba una opción: unirse a ella. Era evidente que esto no era solo un concierto, era una catarsis colectiva, una celebración del desorden antes del adiós definitivo.
La entropía aumentaba con cada golpe de batería y riff afilado en <<Fight Back>> y <<Massacre>>, canciones que no solo mantuvieron el frenesí en su punto máximo, sino que también evidenciaron el aguante y la renovada fuerza de Wattie. En su anterior paso por Sudamérica, los problemas cardíacos y las descompensaciones en pleno escenario habían dejado dudas sobre su continuidad. Pero anoche no hubo espacio para la fragilidad: lo que se vio fue a un Wattie firme, revitalizado, escupiendo cada verso con la furia intacta de hace décadas.
El setlist avanzó con solidez, apoyándose especialmente en los discos “Fuck the System” y “Punks Not Dead”, que despertaron una fuerte respuesta del público. Tampoco faltó el cover de <<Troops of Tomorrow>> de The Vibrators, coreado con entusiasmo. Pero el punto más alto de la noche llegó con <<Sex and Violence>>, cuando el bajista Irish Rob invitó a varios fanáticos a subir al escenario. Decenas saltaron las rejas hasta compartir micrófono y saltos con la banda. Cerca de 50 personas, a ojo, terminaron sobre el escenario gritando la letra al unísono, en una imagen caótica y auténtica que resumió el espíritu de toda la noche: descontrolado, directo y profundamente punk.
<<Was It Me>> marcó el último estallido de una noche cargada de historia y emoción. No hubo discursos largos ni grandes gestos, solo música a todo volumen, sudor compartido y un último grito colectivo. Si algo quedó claro anoche, es que “Punks Not Dead” no es solo un disco: es una declaración que sigue viva. Y The Exploited, incluso en su despedida, lo dejó claro —no están muertos, solo están cerrando su ciclo con la frente en alto.
Setlist:
- Let’s Start a War (Said Maggie One Day)
- Fight Back
- Dogs of War
- Massacre
- UK ’82
- Chaos Is My Life
- Alternative
- Noise Annoys
- Troops of Tomorrow (cover de The Vibrators)
- Never Sell Out
- Anarchy
- Police Informer (Drug Squad)
- Rival Leaders
- Beat the Bastards
- Affected by Them
- Cop Cars
- Disorder
- Don’t Forget the Chaos
- Fuck the System
- Porno Slut
- Army Life
- USA
- Punks Not Dead
- Sex and Violence
- Was It Me