Foto: Pepe Cáceres - revistasoyrock.com.ar
Los próximos 6 y 7 de octubre, Chile vibrará por primera vez al ritmo de uno de los eventos más grandes dedicados a los sonidos latinoamericanos y, en especial, al rock. Hablamos del legendario festival argentino Cosquín Rock que arribará por primera vez a nuestro país.
Dos jornadas de música en un espacio que propone al Movistar Arena como escenario principal es la premisa de la llegada a nuestro país de un festival nacido en Córdoba, ideado bajo el alero de lo que se denominó como “rock barrial”, pero que, sin duda, ha sabido vivir una potente expansión a lo largo de américa del sur.
Para conocer todos los detalles que esta experiencia trae bajo el brazo para su primera versión en Santiago, hablamos con José Palazzo, el célebre productor trasandino y cabeza detrás de este icónico certamen dedicado al rock local. Palazzo junto a Sebastián de la Barra y Max del Río, representantes de Lotus, la productora con la que Palazzo se asoció para acercar la experiencia Cosquín a nuestro país, nos adelanta lo que viviremos en el evento liderado por Cypress Hill, Molotov y Ska P.
¿Por qué deciden trasladar Cosquín Rock a Chile?
José: Sabés que Chile iba a ser el primer Cosquín. Porque yo vine acá a hacer un ‘pre-cosquín’ en el 2006 donde salieron artistas chilenos que tocaron y ahí surgió la idea de hacerlo acá, pero nunca nos animamos. La primera edición fue en México y fue curioso, porque no iba a ser el festival de Cosquín Rock, iba a ser un festival de gastronomía argentina. Entonces, un mexicano nos dijo ‘¿por qué no traemos algunos artistas argentinos?’ y yo dije ‘hagamos un Cosquín’, en broma. Y a partir de ahí surgió y en Chile estamos trabajando hace dos años ya en la posibilidad de hacerlo. El Cosquín Rock en argentina ya tiene 18 años. Empezó en un lugar para 8 mil personas y hoy está en un lugar que tiene siete hectáreas. Chile va a empezar de a poco, pero nosotros estamos muy contentos. El público chileno tiene unas características muy especiales y es muy importante elegir socios locales que entiendan del negocio, del mercado, pero también darle un protagonismo importante al talento chileno que es la base de nuestro festival en cada lugar a donde vamos.
La experiencia que se vive en un festival es algo que va mas allá de ver bandas en vivo. ¿Eso es lo mismo que aterrizará acá en Chile?
Y, el Movistar Arena será sólo uno de los escenarios, se usa de referencia para que la gente sepa dónde ir.
Sebastián: La experiencia exterior va a ser súper importante. Queremos generar esa experiencia que tiene Cosquín en Córdoba afuera del escenario. Con los dos escenarios exteriores, con los patios de comida. Vamos a poner de nuevo una activación de Rootz Hi Fi en el exterior para que haya una cuarta zona de escenario. Va a haber una activación de Argentina también con algunas cosas pasando, música en vivo, como un quinto escenario. Entonces van a pasar muchas cosas más que estamos preparando y anunciaremos más adelante para que podamos sorprender con la experiencia exterior.
La idea de Cosquín es que en cada país que estén haya una especie de identidad propia de cada país ¿qué identidad crees que podría tomar en Chile?
José: El festival nuestro tiene artistas chilenos de distintos estilos: soundsystem, blues. El blues es una pasión mía, pero es interesante, porque el blues es un movimiento pobre en cuanto a popularidad, pero muy noble. Y hay muchos artistas de blues muy talentosos en Chile, muy talentosos de blues en Colombia. Pero también están los artistas más populares, de otros estilos musicales chilenos. Y cuando uno va a un restaurant a comer hay un menú con un montón de posibilidades y ese es el planteo que nosotros hacemos. Que haya un montón de posibilidades.
En ese sentido ¿Cómo es el trabajo de elegir los artistas que estarán en la parrilla? ¿Hay alguien que te ayuda?
Sebastián: Trabajamos en conjunto la verdad. Buscamos lo que está pasando acá, qué bandas están sacando disco nuevos, qué bandas pueden calzar con el perfil de Cosquín y de ahí tratamos de hacer una selección diversa para que tuviese rock, hip hop, música latina más pachanguera y que coexista todo esto entre algunas bandas más nuevas también con otras más antiguas. Ahí se puede ver a las Mamma Soul, a Los peores de Chile, a Chico Trujillo, a Ana Tijoux. Se logró abarcar correctamente una amplia gama de estilos musicales desde el raggae Gondwana, hasta el punk de ciertas bandas. Tratamos de generar un mix diverso. También se va a abrir la posibilidad de que algunas bandas chilenas emigren a otros cosquines en Latinoamérica y que haya más sinergia entre toda la cultura musical. Y también viceversa, se va a generar un intercambio con bandas de Perú, de Colombia, México, etc.
Pero ¿cómo se trasladará la experiencia que se vive en Córdoba a Chile?
José: Quiero aclarar algo. No es un festival Argentino. Ahora ya es un festival chileno. Nuestros socios son chilenos, nuestros colaboradores son chilenos, el cartel tiene una participación importantísima de Chile y la idea es que nosotros vamos a hacer este festival, pero a partir de ahora es Cosquín Rock Chile y la edición chilena es chilena. Nosotros queremos que a futuro el festival tenga esa impronta del chileno, quejándose porque no están sus bandas chilenas o porque hay menos bandas chilenas. El festival nuestro fue apoderado por el público desde el día uno y yo, que soy el programador, me insultan como si fuera el técnico de la selección. Entonces a veces digo ‘comprate un festival y hacelo vos’. Pero, la realidad es que yo entiendo las pasiones y eso está bueno y eso tiene que ver con la identidad de este festival.
José: El Cosquin Rock tiene una naturaleza barrial, de lo que se denominó rock barrial. Pero tiene que ver con la temporalidad en la que nació. Los primeros seis años del festival, Los Piojos, la Versuit, Divididos, Las Pelotas, marcaban un estilo de rock argentino que era exclusivamente argentino, de hecho ninguno de ellos pudo salir del país, porque al público de afuera no le interesaba. Con el correr del tiempo, se transformó en un festival casi familiar. En cada región tiene su marca. En Latinoamérica nosotros tenemos que respetar mucho los gustos de cada lugar, porque más allá de exponer el talento argentino y los nuevos talentos chilenos, necesitamos que vaya gente. Entonces para eso hay que escuchar lo que dicen en cada lugar.
Sebastián: Vamos a estar año a año pendientes a las tendencias de lo que el chileno, de acuerdo a las encuestas y a partir de lo que nosotros creemos que puede funcionar acá. Vamos a ir con mucho cuidado invitando a uno que otro internacional. La base es Latinoamérica y esa es la base del festival y va a seguir siendo la base.
José: Te voy a contar un dato. Este año, con un dolor insuperable en mi corazón, se había tomado la decisión de que entre la música electrónica en Cosquín. Yo como soy un cabesaurio, mi hija siempre dice ‘vos papá, te sacan de Black Sabbath te empiezas a marear, te tambaleas y te caes al piso’. La verdad es que yo escucho de todo, pero por mi trabajo, en mis ratos libres escucho lo que me gusta: mucho blues, mucha música negra, un poco de heavy y rock clásico. Pero después me di cuenta de que hay una corriente muy grande, donde algunos artistas de música electrónica han generado un movimiento importante para sumar a nuestro festival. Por una cuestión que no tiene nada que ver con lo artístico, no se dio. Pero está tomada la decisión y la voy a respetar.Yo creo que la amplitud es necesaria par que el festival de desarrolle.
Sebastián: Va a ser un festival anual. Vino para quedarse en Chile. Es una realidad, ya estamos trabajando en el lineup del próximo año junto a Argentina, Colombia. Todavía no vamos a hacer anuncio ni de fechas ni nada, pero ya estamos trabajando con todo en el 2019.