Por Alberto Saéz Rivera
Son 10 años de grandes artistas, 10 años de música alternativa internacional, por eso es importante celebrar y Fauna decidió hacerlo con Hot Chip y The Whitest Boy Alive como promesas de energía, buena onda y baile. Sin embargo, por razones de seguridad Hot Chip no se presentó.
Estrenando un nuevo espacio a orillas del cerro San Cristóbal, se presentó por primera vez en Chile Khruangbin. Trío instrumental con toques de soul y psicodelia que derrocharon en energía a lo largo del show. La banda provocó alegrías en el público con canciones como “People Everywhere (Still Alive)” “Dern Kala” y “Evan Finds the Third Room” (la canción YES) dejando poco espacio para aplaudir entre canción y canción, con Khruangbin realizando una fiesta continúa. Entre los momentos que marcaron su show se encuentra una breve pero significativa interpretación del “Derecho de vivir en paz” con muchos aplausos del público y ritmos surferos con “Misirlou”. El público comienza a bailar más y más, a subir sus brazos porque con Khruangbin, puedes bailar como quieras.
Luego llegaba el turno de Badbadnotgood, banda instrumental que reinventa el jazz con sonidos electrónicos y canciones que tienen la posibilidad de sumergirte en trance. Su show de jazz no era cualquiera, es ese jazz que desborda energía. La química de sus integrantes es tan dinámica e impresionante que parece magia y vaya que se pasa bien con sus ritmos donde todos los instrumentos tienen su momento de destacar con mención especial al saxo. Un poco más de una hora de espectáculo que termina con una gran ovación de un público extasiado de constantes crescendos y clímax.
En las pantallas de Fauna aparecen mensajes con consignas sociales “No más AFP” y “Educación Pública de Calidad”, viéndose entre el público una bandera negra de Chile, cosa que siempre se agradece.
A las 20:30 aparece The Whitest Boy Alive, banda que se presenta por primera vez luego de siete años sin subirse a un escenario juntos. El vocalista Erlend Øye presenta a los músicos mientras recibe aplausos junto a un precioso atardecer en el San Cristóbal, la banda inicia con “TimeBomb” con un público reaccionando inmediatamente con bailes y saltos. Luego sonó «Golden Cage« y “Courage”, este último sonando un cencerro que provoca demasiado ritmo como para no sentir las ganas de moverse y bailar. Las palabras “Santiago is burning” dan inicio a una de sus canciones más conocidas, a estas alturas la fiesta es total, mención especial para el tecladista de la banda Daniel Nentwig y su baile enérgico, pero al finalizar la canción se vislumbra una columna de humo negro alrededor del parque y el público corea “el que no salta es paco” y otras consignas respecto al descontento social que estamos viviendo actualmente.
El highlight del show fue cuando Erlend dice “En democracia la libertad sólo es posible cuando puedes decir no” dando inicio a “1517” con el detalle notable del baterista tocando una olla al ritmo de las protestas mientras el público canta “El pueblo unido jamás será vencido”. La banda termina su show con el cover de “Show me love” de Robin S. con notable baile de Erlend y la ovación total del público.
Al poco tiempo de terminar The Whitest Boy Alive la producción del festival anuncia que el show de Hot Chip se cancela debido a problemas de seguridad en relación a barricadas fuera del parque, que si bien, no atentaban contra el espectáculo se consideró más importante resguardar al público y a los artistas. En resumen, los 10 años de Fauna fue una fiesta con muchos bailes improvisados e individuales, nadie te enseña a bailar The Whitest Boy Alive, solo lo vives y lo compartes. Lástima no poder ver los bailes que provoca Hot Chip ya que hubiesen sido la coronación del festival.