Por María Paz Concha
Fotos por Rodrigo Lagos
El escenario Banco de Chile fue el anfitrión de Marky Ramone y su anhelada presentación en la capital. Es viernes 18 de marzo, y qué mejor que el sonido de The Ramones para energizar a los 15,000 expectantes que se encontraban al momento en la explanada del parque Bicentenario de Cerrillos, cuyas 250 hectáreas rebosaban de punk rock.
Marc Steven Bell, más conocido como Marky Ramone, el único miembro vivo de las célebres formaciones de la legendaria banda neoyorquina The Ramones, visitó nuestro país tras 26 años de la disolución de la banda en 1996, año en el cual comenzó su proyecto en solitario. El baterista de 69 años estaba contemplado para Lollapalooza 2020, el que tuvo que ser cancelado debido al brote de COVID 19, pero perduró para el line-up de 2022.
Su banda incluye al vocalista vasco Iñaki “Pela” Urbizu”, cuyo impecable tono de voz, similar al de Joey Ramone, desterró las raíces de quienes tuvieron el privilegio de corear “Hey Ho, let’s go” en este interminable armamento de clásicos, entregados sin rodeos, únicamente separados por un “one-two-three-four”, una oda al punk.
La fiesta comenzó con Sheena is a Punk Rocker, y pasó por 41 clásicos, para finalizar con Blitzkrieg Bop. El aclamado baterista logró energizar desde niños pequeños a los más tatitas del punk, quienes corearon al unísono los himnos y no dudaron en formar una centrífuga humana de diversos mosh pits.
Marky había visitado el país dos veces con The Ramones (1992 y 1994) e innumerables veces como solista, y su pasada por el cono sur incluye a países como Uruguay, Colombia, Argentina y, por supuesto, Chile, demostrando que aún es capaz de revivir a una banda que fue el sello de múltiples generaciones.
