Por Andrés Cornejo.
Fotos por Antonia Bisso
Definitivamente este año ha sido una locura en tema de conciertos, hemos presenciado esperados debuts y regresos, y hasta nuevos festivales. Pero lo que más nos ha dejado satisfecho como amantes de la música en vivo, han sido las reprogramaciones de bandas que tuvieron que cancelar su paso por Chile producto de la pandemia COVID-19 u otros motivos. Por fin pudimos saborear el sentimiento de deuda saldada con grandes músicos, y ayer le tocó a los holandeses Epica cumplir lo que habían prometido desde el 2019.
Es entendible entonces que una enorme fanaticada hiciera la fila afuera del Teatro Caupolicán horas antes del show, por lo que ya siendo las 20:00 horas cientos de fans estaban acumulados en la cancha mientras calentaban motores viendo la feroz presentación de los nacionales Crisálida. Con tan solo 8 temas en 40 minutos el cuarteto liderado por la talentosa vocalista Cinthia Santibáñez, hicieron vibrar cada rincón del recinto con pesados riffs de guitarra junto a la inconfundible voz de Cinthia consolidándose como lo más alto del metal nacional.
Siendo las 21:00 exactas las luces se apagaron dejando pequeños haces de luz celestiales como si estuviesemos por entrar al cielo del metal, mientras salían al escenario los titanes del metal sinfónico uno por uno hasta que llegó nuestra valkiria favorita Simone Simons con un hermoso vestido blanco y resplandeciente para dar inicio a la colosal «Abyss of Time – Countdown To Singularity», canción que por cierto es parte de su nuevo disco “Omega” lanzado el 2021, por lo que además de ser un tour de reencuentro también presentaron su última obra de estudio.
Los poderosos riffs de guitarra por parte de Mark Jansen junto a su gutural voz sonaban como espadas chocando y a gritos de batallas listos para masacrar con parlantes a topes, la cual junto a la maravillosa voz de Simons se convertía en una bella sinfonía del caos y de guerra en canciones como <<The Essence of Silence>> y <<Victims of Contingency>>, donde también aprovecharon de agradecer al público chileno y que se sentían muy felices de ver a muchísima gente apoyándolos.
Cada miembro tuvo su momento de fama de la noche, el maestro de las teclas Coen Janssen se lució en la balada <<The Final Lullaby>> con un solo de piano y hasta con un piano bien particular de forma doblada que se robaba la película a ratos. Pero quién se lleva el galardón al más bestial sería al baterista Ariën Van Weesenbeek, quien en ningún segundo dejó de pegarle a los tambores ni platillos, incluso en la descomunal <<Kingdom of Heaven>> de 13 minutos donde el sexteto explotó el recinto con una bomba de miles de megatones de metal sinfónico.
Ya entre tanto cabeceo y mosh, la banda se tomó un breve descanso para continuar con la batalla con una seguidilla de los mejores temas y más extensos también, pero que fueron de las favoritas de los asistentes como <<Cry For The Moon>>, <<Beyond The Moon>> y <<Consign to Oblivion>>. Seguramente al escuchar esos tres hitazos seguidos hasta el más fanático de Epica quedó más contento que perro con dos colas. Por fin pudimos saldar una deuda pendiente con los de Holanda y esperamos pacientemente a que vuelvan pronto, lo cual será más pronto de lo que creemos, ya que confirmaron que este ha sido el mejor show que han hecho en Chile y que terminaron con los pelos de punta al ver demasiado público, nosotros terminamos satisfechos y Epica más que satisfechos. ¿Qué mejor?.
Setlist
Alpha
Abyss of Time
The Essence of Silence
Victims of Contingency
Illusive Consensus
The Final Lullaby
Kingdom of Heaven
The Obsessive Devotion
In All Conscience
Rivers
Code of Life
Design Your Own Universe
Cry for the Moon
Beyond the Matrix
Consign to Oblivion