Por Bayrón Ríos
Fotos por Fabián Mangili
Una verdadera fiesta de hermandad y comunidad fue la que se vivió durante la noche del sábado, en lo que fue el doblete entre Loquero y Eterna Inocencia, dos bandas que arrastran un fanatismo devoto en nuestro país y que cumplieron a cabalidad en un Teatro Coliseo repleto de seguidores. Incluso desde antes que comenzara el show, ya se sentía en el ambiente el sentimiento único que brinda el hardcore punk, con sendas masas de negro orbitando el sector, en la clásica previa al concierto. Los comensales ya estaban en la mesa, solo hacía falta la entrada y el plato de fondo.
A cinco minutos de comenzar el show de Loquero, quienes abrieron la jornada, se notaba poco movimiento en cancha pero apenas se asomó Yamandú Rodríguez en guitarra, comenzó a formarse una gran masa que esperaba el arribo completo de la banda. Los acordes de “Muchachos” con Chary a la cabeza como gran maestro de ceremonia, desató la locura inmediata de sus devotos: stage diving, pogos, saltos y un enorme coro que seguía fielmente las canciones del grupo.
“Check to Me” invitaba de inmediato el lado más emotivo de la banda, en una de las primeras postales de la jornada. “Belleza” y “Guárdame” traía nuevamente la locura a la cancha. Los años de ruedo en la banda se reflejan con gran carisma arriba del escenario, manejando cada movimiento realizado por Chary en voz, más el trío sonoro compuesto por Yamandú, Aku Almada en bajo y Horacio Langlois en batería, que sonaron de forma impecable en cada minuto, pero como ya es habitual en Teatro Coliseo, a momentos se perdía la definición del sonido.
La rapidez propia del punk se adueñaba del recinto con la clásica “Uki Uki”, volando cerveza, gorros y zapatillas sueltas por los aires. “Cayendo” ponía nuevamente el freno al acelerador a una frenética presentación, en la que Loquero presentó casi 30 canciones en una hora de presentación. Cerrando su show invitando a Pedro López de BBS Paranoicos y al mismísimo Guille de Eterna para interpretar “Ghost in the F.O.R.A.”.
Luego de la demoledora actuación de Loquero, los minutos pasaron entre cambio de equipos en el escenario y salidas al baño por parte del público, Eterna Inocencia aparecía para cerrar una velada llena de emoción y rock, con los fanáticos enloquecidos con canciones como “Trizas de Vos” y “Encuentro mi Descanso Aquí”.
Guille se notaba emocionado con la respuesta de los fanáticos, dedicando varias palabras de agradecimiento hacia ellos durante el show. Un lienzo en contra de la ley gatillo fácil desplegado en Platea Baja, panfletos y cánticos de libertad a los presos y a la memoria de Panky Mauri, puso en la palestra el lado más combativo y social de Eterna y su público.
Así fueron pasando clásicos como “Cuando Pasan las Madrugadas” o “Cassiopeia” a canciones más recientes como “Despedida”. El momento más esperado llegó con “Weichafe Catrileo” que fue coreada a rabiar por todo el Coliseo, en un momento lleno de emotividad y unidad. Casi dos horas de presentación fueron coronadas por la tremenda “Nuestras Fronteras”, cerrando así una nueva jornada de fraternidad entre los argentinos y los fanáticos nacionales.
Lo de ayer quedará grabado a fuego para los seguidores de estas dos bandas tan insignes dentro del movimiento en Latinoamérica, una jornada única que seguro se repetirá más adelante, promesa que Guille llevará a cabo. Una estrecha relación que cada año sigue y sigue creciendo en los corazones del público, en una de las cualidades más lindas del hardcore punk.